El partido-milicia libanés Hezbolá ha confirmado este miércoles la muerte de Hashem Safiedín, considerado el sucesor del líder del grupo, Hasán Nasralá, que falleció durante los ataques perpetrados por las fuerzas israelíes en Beirut el pasado 27 de septiembre.
El martes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron haber matado a Safiedín debido a los bombardeos ejecutados el pasado 4 de octubre sobre el barrio de Dahiya, también en Beirut, pero no ha sido hasta este miércoles cuando Hezbolá le ha dado también por fallecido, según la cadena Al Manar, afín al grupo.
El Ejército israelí señaló que el líder libanés murió junto con el jefe de la división de Inteligencia del Hezbolá, Husein ali Hazima, y más de 25 miembros de dicha unidad se encontraban junto a ambos en el momento de los ataques, incluyendo altos comandantes de la milicia.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró días después de los bombardeos que el sucesor de Nasralá había muerto, sin nombrarle de forma directa. Al paso de sus declaraciones salió el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, quien dijo que todavía se estaban evaluando los resultados de los ataques.
Safiedín fue incluido en mayo de 2017 como un «terrorista especialmente designado» en la lista del Departamento de Estado de Estados Unidos. Fue uno de los principales integrantes de Hezbolá tras unirse al grupo a raíz de su formación en los años ochenta, después de la invasión militar lanzada por Israel en 1982, que se extendió hasta el año 2000.
Safiedín ha tenido un papel relevante a nivel político y espiritual del grupo, siendo una persona cercana a Nasralá –muerto a finales de septiembre en un bombardeo israelí en Beirut– y estando implicado también en los preparativos de sus operaciones militares.