Amnistía Internacional (AI) pidió al Gobierno de Pedro Sánchez, que condene públicamente la represión en Cuba, según ha explicado a ABC Johanna Cilano Pelaez, investigadora regional para el Caribe de Amnistía Internacional (AI), que vive en México, pero ha visitado estos días nuestro país.
El Gobierno de Pedro Sánchez siempre se ha puesto de perfil cuando la represión ha escalado en Cuba. Ninguno miembros del Ejecutivo ha querido llamar dictadura al régimen que se ha perpetuado en la isla, a pesar de que su propia Constitución reconoce que Cuba se rige por una política de partido único, el Partido Comunista. Incluso alguno de los socios en el Gobierno de Sánchez alabó públicamente la figura de Fidel Castro, cuando este falleció, a pesar de la situación de los derechos humanos en la isla.
La visita de Cilano a Madrid se enmarca dentro del anuncio del nombramiento de cuatro nuevos presos de conciencia: el opositor político Félix Navarro, la periodista independiente y Dama de Blanco Sayli Navarro, el manifestante del 11-J Roberto Pérez Fonseca y el activista Luis Robles. Con ellos, el número de presos de conciencia en la isla reconocidos por AI ascienden a un total de diez, entre los que figuran el líder de Unpacu, José Daniel Ferrer; y los artistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo ‘el Osorbo’, este último ganador de un Grammy por el tema ‘Patria y Vida’, que se convirtió en un himno durante las masivas protestas del 11 de julio de 2021.
Estos nombramientos ocurren en un contexto donde las autoridades cubanas han desplegado «una nueva ola represiva» contra activistas, personas defensoras de derechos humanos, periodistas, intelectuales y medios de prensa independientes en las últimas semanas de septiembre, ha asegurado la ONG en un comunicado. «Esto ha incluido un alarmante aumento del acoso, hostigamiento, detenciones arbitrarias, nuevas amenazas de criminalización, negación de derechos penitenciarios y preocupantes denuncias sobre el deterioro de la salud e integridad física de personas presas».
Cilano ha aprovechado el viaje para hacer «un poco de incidencia de cara a estos nombramientos y a la situación actual en Cuba», señala a ABC. «Queríamos hablar con distintas fuerzas políticas, con medios, llamar un poco la atención de lo que está pasando en el país», opacado «por todo lo que está sucediendo en el mundo», reconoce la investigadora de AI.
En su paso por España, Cilano se ha reunido con miembros del Ministerio de Exteriores -no con Albares-, a los que ha extendido una petición: «Hemos sido claros en nuestro llamamiento frente a la condena pública de la represión; es necesario que las persona que se sobreponen a este ambiente de represión y miedo no sientan que están solas, sino que están acompañadas por la comunidad internacional a la hora de ejercer cualquier acción de abogacía y de presión para la liberación inmediata e incondicional de las personas presas de conciencias, y de aquellas que están presas por haber participado en protestas, o por ejercer sus derechos, su libertad de expresión, de asociación -explica-. Insistimos en el llamamiento para que España, que acaba de entrar en el Consejo de Derechos Humanos, aproveche los espacios multilaterales para exigir y vigilar el cumplimiento de los derechos humanos en Cuba».
Entre las reclamaciones, AI también le pidió que diera espacio y voz a la sociedad civil independiente de la isla «en el acuerdo de diálogo». «Ya sabemos que hay una sociedad civil ‘oficial y autorizada’ que se subordina al Gobierno cubano. De ahí la importancia de articular un espacio para la sociedad civil independiente», insiste.
Los representantes de la sociedad civil independiente han sido marginados recurrentemente en las conversaciones y encuentros entre la UE y el Gobierno cubano, evitando su presencia para no irritar al régimen.
La respuesta del Gobierno español antes estas peticiones fue, según Cilano, «diplomática», señalando, de manera general, «el compromiso del Gobierno Español con la defensa de los derechos humanos».
Visita a Bruselas
Después de España su siguiente parada, la próxima semana, será Bruselas, con motivo «del cambio de autoridades en la Unión Europea». La ex primera ministra de Estonia, la liberal Kaja Kallas, sustituirá a Josep Borrell, muy tibio en sus críticas a la política represiva de Cuba, como jefe de la diplomacia europea. La agenda será la misma: «Hablar sobre la situación de las personas presas y pedir su implicación en la liberación». Según los datos de la ONG Prisoners Defenders, en este momento hay más de 1.100 presos políticos en Cuba.
Uno de los puntos más cuestionados es el Acuerdo de diálogo político y de cooperación de la UE con Cuba, que incluye una cláusula de respeto de derechos humanos que se incumple de manera reiterada. ¿Van a plantear este tema?
Justamente queremos visibilizar y aprovechar porque en el primer semestre del año que viene hay consejo conjunto, entre la UE y Cuba. Queremos, sobretodo, que se utilice al máximo la posibilidad de la articulación con la sociedad civil independiente, que creemos que es muy relevante que se escuche su voz y se le dé un espacio. Vamos a aprovechar al máximo las potenciales que dan los marcos del acuerdo para escuchar y trabajar con la sociedad civil.
El nombramiento de cuatro nuevos presos de conciencia supone, según la ONG, un reconocimiento a las decenas de personas que permanecen en prisiones en Cuba por ejercer pacíficamente sus derechos, a todas aquellas personas que viven sistemáticamente bajo vigilancia, hostigamiento y amenaza de criminalización. «Un reconocimiento a la valentía y resistencia de las personas que en Cuba se sobreponen a la represión permanente y generalizada y luchan por sus derechos y los de todas las personas», ha manifestado Ana Piquer, directora de las Américas de Amnistía Internacional.
Con información de ABC de España