A A 35 años del parricidio cometido por los hermanos Lyle y Erik Menéndez, la fiscalía de Los Ángeles solicitó este jueves que se reabra el caso y se reevalúe la condena que se les dictó en 1996, en base a la revisión de las nuevas pruebas que presentó la defensa. Si bien un juez deberá tomar la decisión final, su libertad podría ser inminente.
”Después de una revisión muy cuidadosa de todos los argumentos que se presentaron a favor de las personas de ambos lados de esta ecuación, llegué a la conclusión de que están dentro de la ley y que una nueva sentencia es apropiada”, expresó el fiscal George Gascón.
Asimismo, el funcionario anunció que recomendará este viernes a un tribunal que “se elimine la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional y que se les condene por asesinato”.
Los hermanos Menéndez llevan ya 30 años tras las rejas después de haber asesinado a sus padres, José y Kitty Menéndez, en la noche del 20 de agosto de 1989. Actualmente, ambos se encuentran cumpliendo su sentencia en la Prisión Estatal de Mule Creek y su próxima cita ante la Justicia se llevará a cabo el próximo 26 de noviembre. “Creo que han pagado su deuda con la sociedad”, concluyó el fiscal.
Las nuevas pruebas que podrían anular las cadenas perpetuas de los hermanos Menéndez
En mayo de 2023, los abogados de Lyle y Erik Menéndez presentaron un documento judicial en el que se afirmó que tenían nuevas pruebas que podrían ser fundamentales para demostrar que las cadenas perpetuas deberían anularse.
Por este motivo, solicitaron un habeas corpus ante el Tribunal Superior de Los Ángeles, detallando que tenían una carta reveladora de Erik, la cual había sido enviada a su primo, Andy Cano, ocho meses antes del parricidio.
“He estado tratando de evitar a papá. Todavía está pasando, Andy, pero es peor para mí ahora. No puedo explicarlo. Tiene tanto sobrepeso que no soporto verlo. Nunca sé cuándo va a pasar y me está enloqueciendo. Cada noche me quedo despierto pensando en que va a entrar. Necesito sacar eso de mi mente”, dice la carta del hombre que hoy tiene 53 años.
Cano llegó a declarar en el primer juicio que tenía conocimiento de los abusos de José hacia sus hijos, pero este testigo murió en 2003 tras una sobredosis accidental.
La otra prueba que se incluye en el pedido tiene que ver con el testimonio de Roy Roselló, un exmiembro de la banda Menudo, que estuvo vinculada a la discográfica RCA Records, donde José Menéndez trabajaba como ejecutivo corporativo.
Según el relato de Rosselló, Menéndez habría abusado de él cuando era adolescente y participaba del grupo musical. Esto se dio conocer en el documental “Menéndez + Menudo: Boys Betrayed”, estrenado en mayo del año pasado.
Con información de Nueva Roja