Los alrededores del Madison Square Garden, en el corazón de Nueva York, se llenaron de miles de simpatizantes del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, más de cinco horas antes de que el expresidente aparezca en este icónico escenario para celebrar un mitin con el que quiere dar comienzo a la última semana de campaña electoral.
La llegada de una multitud de simpatizantes de Trump provocó cortes de calles y problemas de tráfico varias horas antes del comienzo del mitin para el que se habían reservado unas 19.500 plazas que, según la campaña del republicano, se agotaron en cuestión de horas.
En un ambiente tranquilo, los asistentes, ataviados con las gorras rojas de «Make America Great Again» (Hagamos EE.UU. grande de nuevo) o camisetas con el lema «No more bullshit!» (Se acabaron las tonterías), comenzaron a acceder al mediodía al conocido como el escenario más famoso del mundo.
Trump tiene previsto aparecer con otras cabezas de cartel de su campaña como el magnate Elon Musk y el excandidato presidencial independiente Rober F. Kennedy Jr.
El republicano ha osado aparecer en una ciudad de mayoría demócrata y en un estado que todas las encuestas otorgan a su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris. Esta será su segundo mitin en Nueva York desde su aparición en el Bronx el pasado 23 de mayo.
El despliegue policial alrededor del Madison Square Garden ha sido especialmente fuerte debido a que el centro de conciertos se encuentra en el importante nudo de transporte de la estación de Penn y había temores de protestas anti Trump.
«Él defiende mejor los valores de la familia. Por eso votaremos por él», indicaron a EFE algunos de esos asistentes.
Según la portavoz de la campaña de Trump, Danielle Álvarez, la selección del Madison Square Garden para este gran mitin de recta final de la campaña responde a la intención del candidato de «hablar a todos los votantes desde la meca de los medios del mundo, Nueva York».