En España hay más de 114.000 mujeres en situación de prostitución, de las cuales el 51 % son procedentes de Latinoamérica, el 16 % son europeas y en un 29 % de los casos no se conoce el origen, según el Gobierno español.
El Ministerio de Igualdad hizo públicos este miércoles los datos de la primera gran investigación para estimar el número de mujeres que se encuentra en situación de prostitución en España, sus características y su distribución geográfica, así como el número de víctimas de explotación sexual y de trata con fines de explotación sexual.
Por nacionalidades, la más numerosa es la colombiana (28,3 %), seguida de la española (13,5 %, aunque se precisa que muchas mujeres con la nacionalidad son de origen extranjero), la brasileña (4,98 %) y la venezolana (4,86 %). En un 37 % de los casos, la nacionalidad se desconoce.
En cuanto a la edad, el 28 % de las mujeres en situación de prostitución tiene entre 18 y 24 años, el 32 % de 25 a 36, el 6,6 % de 37 a 45, el 1,6 % de 46 a 55 años y el 0,26 % más de 56 años. La edad no se precisaba en el 30 % de los casos.
Del total de mujeres en situación de prostitución en España, al menos un 24,2 % de ellas, más de 27.000, se encuentran en riesgo de explotación sexual.
En riesgo
El ‘Macroestudio sobre trata, explotación sexual y prostitución de mujeres: una aproximación cuantitativa’ identificó a 114.576 mujeres que están en situación de prostitución en España y que aparecen en anuncios en línea.
De ellas, una de cada cuatro (27.757 o el 24,2 %) estarían en riesgo de explotación sexual. Entre ellas, de 9.764 (8,52 %) a 17.639 (15,4 %) estarían en riesgo de haber sido además captadas por una red de trata.
Los factores de riesgo analizados son la novedad (que en los anuncios se ofrezcan como «nuevas» o «recién llegadas») y la disponibilidad (por ejemplo, 24 horas o 7 días de la semana).
También los rasgos de personalidad (con términos como inocente, dócil, complaciente, sumisa, manejable), los servicios ofrecidos («a pelo», sado, francés natural), las fotos publicadas (especialmente cuando no se puede discernir la identidad real de las mujeres) y «etnosexualización» (referencias a la etnia en términos sexualizados: mulata, exótica, oriental…).
En el 24,3 % de los anuncios se detectaron tres variables de riesgo o más y en el 8,52 % cuatro o más.
Fuentes de Igualdad precisan que estos porcentajes evidencian un riesgo alto de explotación sexual, pero que no puede concluirse que la cifra real de explotación sexual se limite a esos números, puesto que puede haber casos en los que con un solo factor de riesgo exista prostitución forzada.
Más de 114.000 mujeres
Para llevar a cabo estas aproximaciones estadísticas, el macroestudio analizó más de 650.000 datos procedentes de páginas web de prostitución españolas en los que se anunciaban «servicios presenciales», no cibersexo ni vídeos de contenido sexual. En total, fueron 204.433 los anuncios objeto del análisis (que estaban vigentes en agosto de 2023).
En ellos, el 96,1 % de las personas en contexto de prostitución eran mujeres (un 1,6 % mujeres trans). Se identificaron un total de 114.576 mujeres en situación de prostitución, que son el 0,56 % de la población femenina de España.
Cifra oculta
El equipo investigador trató de hacer una estimación del número total de mujeres en contextos de prostitución, incluyendo aquellas que no aparecen en anuncios de internet y, por tanto, no figuran en las 114.000 identificadas.
Utilizando la técnica estadística llamada «método de Poisson truncado», calculó la «población oculta» de mujeres en situación de prostitución que no tienen presencia en internet y llegó a la conclusión de que en España habría entre 152.735 y 184.234 mujeres en contextos de prostitución.
Desde la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género señalan que el macroestudio tiene algunas limitaciones: no tuvo en cuenta la prostitución que se ejerce de forma virtual, no pudo obtener datos de menores de edad en contextos de prostitución y no se pudo analizar la movilidad geográfica de las mujeres.
La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, espera que este estudio sirva de «punto de partida» para muchas otras.EFE