Cientos de migrantes centroamericanos que huyen de sus países han saturado las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) en la frontera sur de México, para agilizar y verificar sus citas de CBP One con el objetivo de pedir asilo en Estados Unidos a unos días de las elecciones en aquel país.
César Augusto Cañaveral Pérez, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana en Tapachula, explicó a EFE que la demanda por la aplicación CBP One ha provocado en las últimas semanas un alza en el flujo migratorio en esta zona del país.
Esto, principalmente, porque estos eran trámites que se realizaban en Estados Unidos y ahora se están llevando a cabo en las oficinas del INM, en Tapachula, Chiapas.
“Por (la solicitud de) esta aplicación está sobrepoblado, por esta aplicación (está) creciendo más de un 80 % la población alojada», dijo Cañaveral Pérez.
Además, denunció que este incremento en el flujo también ha elevado el número de muertes y extorsiones contra los migrantes, aunado a que el crimen organizado y la violencia se han recrudecido en esta zona y ha hecho que muchos extranjeros detengan su paso hacia Estados Unidos por temor a ser víctimas de la delincuencia.
Cañaveral Pérez pidió al nuevo gobierno mayor seguridad, acompañamiento para los migrantes y que sus trámites sean más ágiles para que puedan seguir caminando a la frontera norte.
Piden orden
Estos grupos de migrantes, provenientes en su mayoría de Venezuela, Cuba y Nicaragua, llegan de manera desordenada y generan caos en la parte externa de las oficinas de Seguridad Pública de Tapachula y del INM.
Es por ello que las mujeres agentes de migración y personal de apoyo de Protección Civil de la región, tienen que lidiar con estos flujos de migrantes para poder ordenarlos y pasarlos a las oficinas.
Rubén Ruiz, un migrante de Venezuela, estimó que a diario ingresan entre 1.000 y 1.200 personas que se aglomeran en las instalaciones del INM pues buscan salir de Tapachula con la ayuda de las autoridades de migración para pasar por México de forma segura y legal.
“Vamos bien, nos han ordenado poco a poco vamos pa’ delante. Sí, (hay) mucha gente de muchas nacionalidades, ahora son cinco nacionalidades que están entrando por CBP One por eso hay esta congestión (…) las instalaciones no están adecuadas para la cantidad de personas que estamos llegando”, aseguró.
Nelson Armando Cruz, migrante de Nicaragua, señaló que hay muchos venezolanos, cubanos y nicaragüenses y en menor proporción centroamericanos, quienes han salido de sus países en busca de una mejor oportunidad de vida en México y Estados Unidos.
“Usted ve la dictadura, usted sabe a nivel mundial como están los países (…) en Nicaragua están echando (poniendo) presos a los obispos (…) Le damos agradecimiento al pueblo mexicano que se ha portado muy bien con nosotros», dijo.
Eduar es otro venezolano que junto a miles se encuentran en Tapachula, y pidió que se les brinde atención más rápida y se coloquen las filas por fechas para evitar que se aglomeren y no se genere desorden
En estas filas de cientos de migrantes, también han llegado personas de Centroamérica y algunos países de Medio Oriente que buscan la atención del gobierno para irse a los Estados Unidos y no arriesgarse.
Miles de personas desplazadas siguen llegando a México cada día, y entre enero y julio de 2024, hubo más de 700.000 detenciones de personas en movimiento, según el Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés).
Los hechos ocurren tras un aumento del 193 % interanual en la migración irregular a través de México hasta un récord de más de 712.000 personas, según la Unidad de Política Migratoria del Gobierno.