Hoy se llevan a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en día martes, como es tradición desde 1845, luego de que el Congreso de Estados Unidos estableció esta fecha para unificar el proceso electoral a nivel nacional.
Esta decisión respondió a las particularidades de una sociedad rural en el siglo XIX, cuando los votantes requerían tiempo para trasladarse desde sus hogares a los centros de votación. Entonces, se descartó el domingo por motivos religiosos y el miércoles por ser un día de mercado importante para los agricultores y ganaderos.
Para noviembre, la época de las cosechas ya habían concluido, lo que permitía a los campesinos tener el tiempo para trasladarse a los lugares en los que se instalaban las urnas. Que se realicen en martes les permitía viajar los lunes, luego de cualquier celebración religiosa en domingo, y también les daba tiempo suficiente para regresar el miércoles, cuando realizaban mercados para vender sus productos.
No todos coinciden con el sistema del calendario electoral
La peculiar forma de celebrar la elección sigue vigente pese a sus detractores. Steve Israel, ex miembro de la Cámara de Representantes de EEUU, declaró a BBC Mundo que la fórmula de votar el “primer martes después del primer lunes de noviembre” refleja valores históricos que ya no se ajustan a la actualidad, cuando viajar largas distancias ha dejado de ser habitual gracias al internet y las modernas tecnologías de transporte.
Sin embargo, los defensores del sistema destacan que este día específico no fue seleccionado solo por formalidades, sino por razones prácticas: “El día uno del mes se utilizaba para cerrar cuentas comerciales, por lo cual el martes debía caer después del primer lunes”. Esta complejidad en el calendario electoral es también un indicador de cómo se colocaron en su momento las prioridades individuales sobre las políticas, “primero las creencias, después la política”.
A lo largo de los años, diversas iniciativas, incluido un intento de ley propuesto por Steve Israel, han buscado trasladar las elecciones a un fin de semana para aumentar la participación. No obstante, estos esfuerzos han encontrado resistencia en sectores conservadores, que, según el humorista afroestadounidense Chris Rock “no quieren que votes. Si lo quisieran, no tendríamos elecciones un martes en noviembre.
El Centro de Investigaciones Pew en 2017 identificó que el día laborable de las elecciones federales está relacionado con una menor participación. “Hasta el 25% de los votantes ha dicho que no pueden tomarse el tiempo libre del trabajo para votar”, se explicó en los datos, sugiriendo que el sistema actual puede desincentivar a segmentos de la población.
Así, el debate sobre el día de la votación continúa siendo un tema relevante. Durante los últimos años, ha surgido un movimiento denominado “Why Tuesday?”, que aboga por trasladar las elecciones al fin de semana, buscando con ello aumentar la participación ciudadana. No obstante, el cambio no ha sido legislado, manteniendo la tradición más allá de las numerosas críticas.
Las tradiciones alrededor del calendario electoral de EEUU parecen difíciles de cambiar porque, aunque la sociedad americana ha evolucionado desde el siglo XIX, los valores que sustentaron esta fórmula permanecen vigentes y reflejan un orden social centrado en las prioridades individuales.