El Partido Comunista de Venezuela (PCV) afirmó este martes que el presidente, Nicolás Maduro, busca recomponer su «malograda legitimidad» a través del Foro Parlamentario Mundial Antifascista, que comenzó el lunes y culminará hoy, un evento en el que participan más de 300 legisladores procedentes de 70 países, según el Gobierno.
«Trata de lavarse la cara frente a las organizaciones que luchan genuinamente contra el imperialismo y el fascismo y presentarse como un adalid en la lucha antifascista, cuando en realidad sostiene una política antipopular y antidemocrática», dijo Carlos Ojeda, integrante del buró político del PCV, citado en una nota de prensa.
Ojeda describió el foro como un «despropósito conceptual» porque -dijo- «no se puede luchar contra el fascismo cuando se mantiene una política que persigue y reprime».
Asimismo, señaló que luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio, el Gobierno de Maduro ha «impuesto una política represiva que busca crear una profunda huella de escarmiento para contener el descontento y el rechazo que subyacen en el pueblo».
El dirigente invitó a los diputados invitados que verifiquen el «conjunto amplio de denuncias sobre el trato inhumano, autoritario y de denegación de justicia que enfrentan los detenidos tras las elecciones».
La Asamblea Nacional (AN, Parlamento) -controlada por el chavismo- organizó este foro como parte de una «ofensiva» contra acciones de la «ultraderecha», tras el reconocimiento de varios parlamentos al opositor Edmundo González Urrutia como ganador de las presidenciales, en las que Maduro fue proclamado mandatario reelecto por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Este lunes, en la apertura del foro, el presidente de la AN, el chavista Jorge Rodríguez, describió al fascismo como «una de las peores plagas que hoy asola a la humanidad entera» y como «la estrategia» a la que «recurren aquellos que se consideran dueños del mundo».
El chavismo organiza esta actividad cuando Venezuela atraviesa una crisis política tras las presidenciales, cuyo resultado oficial es cuestionado por buena parte de la comunidad internacional y señalado de fradulento por la mayor coalición opositora, Plataforma Unitaria Democrática (PUD), a la que el oficialismo tilda de «fascista». EFE