Un total de 17 pranes resultaron capturados dentro del Centro Penitenciario de la Región Oriental ubicado en El Dorado (Bolívar), según fuentes militares.
Los sujetos mantenían una estructura delincuencial que traficaba droga y sometía a la población reclusa con cobros por las visitas de familiares, traslado a tribunales y llamadas telefónicas, entre otros.
Alertados sobre esa situación el Ministerio para el Servicio Penitenciario planificó una intervención al mencionado establecimiento carcelario ejecutada desde la madrugada de este martes con participación de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y el Grupo de Respuesta Inmediata de Custodios (Gric). El procedimiento fue denominado Operación Gran Cacique Guaicaipuro.
Durante la toma de la cárcel fueron capturados tres custodios adscritos al Ministerio Penitenciario quienes presuntamente se dedicaban a ocultar celulares para luego alquilarlos a privados de libertad.
Igualmente quedaron detenidos tres agentes de la GNB “por tentativa de ingreso al penal de una granada fragmentaria”, dice un informe preliminar al cual tuvimos acceso parcial.
Los funcionarios incautaron 353 armas blancas, dos fusiles, siete pistolas, dos revólveres, una escopeta, una subametralladora y una granada fragmentaria, según reporte preliminar.
Igualmente decomisaron instrumentos propios de telecomunicaciones, entre los que figuran 278 celulares, dos antenas Starlink, 150 cargadores de teléfonos móviles, una tablet, 20 router y 200 metros de cables.
En compartimientos secretos de la cárcel los funcionarios localizaron 130 cebollitas de marihuana y siete litros de ron.
El Ministerio Penitenciario tiene previsto el desalojo del penal de El Dorado, por lo cual inició el censo de 1.396 privados de libertad que esperan traslado a otros establecimientos.
En medio de ese chequeo, detectaron a 246 presos que ameritaban atención médica, para lo cual el Ministerio Penitenciario instaló un equipo de especialistas que abordaron a dichos pacientes.
El año pasado el Gobierno intervino siete cárceles desde donde operaban estructuras delictivas con incidencia no solo en la población reclusa sino en las localidades cercanas al establecimiento. Pero, además, desde esas cárceles, gobernadas por pranes, se gestaban hechos de violencia con fines políticos, según lo declarado en su momento por el entonces ministro de Interiores, Remigio Ceballos.
Esa serie de intervenciones iniciaron el 20 de septiembre con la toma del Centro Penitenciario de Aragua, ubicado en Tocorón. Posteriormente le tocó el turno a Tocuyito (Carabobo), Puente Ayala (Barcelona, Anzoátegui), La Pica (Maturín, Monagas), Vista Hermosa (Ciudad Bolívar), Trujillo y San Felipe (Yaracuy).