La Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Clima, conocida con las siglas de COP, comienza mañana su 29ª edición en Bakú (Azerbaiyán). Los representantes gubernamentales de 197 estados y la Unión Europea –que acude como uno solo– están llamados a plantear, negociar y adoptar nuevas acciones colectivas contra la emergencia climática.
Una lucha global que, precisamente en este justo momento, se encuentra en un momento delicado. Por un lado, 2024 será recordado por sus fenómenos extremos ligados al cambio climático y por volver a batir récord de temperaturas como el más caluroso desde que hay registros. Por otra parte, en materia geopolítica, este año también queda marcado en el calendario por el regreso a la Casa Blanca de un negacionista declarado como lo es Donald Trump.
La cumbre se celebra dos semanas después del cierre de la COP16 de Biodiversidad de Cali (Colombia), que también tuvo la financiación como uno de sus temas centrales y que cerró sin acuerdo económico para proteger la biodiversidad para 2030 por falta de quórum
Líderes ausentes y presentes
Ursula Von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, no acudirá este año. Tampoco parece que lo haga el presidente de Francia Emmanuel Macron. «Tampoco sabemos si Teresa Ribera acudirá», confesaban desde la citada organización ecologista.
La todavía ministra de Transición Ecológica española, elegida para liderar la cartera de Transición Limpia, Justa y Competitividad en el nuevo gobierno europeo, no ha anunciado oficialmente su asistencia. El disloque de agendas tras la dana de Valencia puede explicarlo.
Los efectos de este evento meteorológico extremo y sus consecuencias devastadoras para la población centrarán el discurso que, tal y como ya ha confirmado Moncloa, dará el presidente Pedro Sánchez el próximo martes, segundo día de la COP 29.
Hacer frente a las consecuencias del cambio climático, que ha dejado en 2024 incendios en Canadá de dimensiones nunca vistas por los científicos o inundaciones de dimensiones bíblicas en Bangladesh, requiere de inversiones globales en medidas concretas y voluntad política.
La cumbre, la más importante centrada en estos asuntos a nivel internacional, reunirá a representantes de la sociedad civil, del sector privado y activistas. Algunos embajadores del Pacto Climático Europeo, «movimiento de personas que están dando pasos para construir una Europa más sostenible», han subrayado antes de la apertura la necesidad de conseguir el establecimiento de un marco de financiación climática «inclusivo» durante las negociaciones. En este marco, han reclamado acciones urgentes contra el cambio climático y el cumplimiento de los compromisos medioambientales internacionales.