En un contexto de cambio climático acelerado, los arrecifes de coral, particularmente aquellos formados por especies de aguas cálidas, se enfrentan a un panorama alarmante. Según un reciente informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), aproximadamente el 44% de las especies de coral de aguas cálidas están en peligro de extinción. Estos corales, ubicados en aguas tropicales y subtropicales, juegan un papel crucial en la construcción de arrecifes, ecosistemas marinos altamente diversos que sustentan numerosas especies.
La situación empeoró considerablemente desde la última evaluación de la UICN en 2008, cuando un tercio de estas especies estaban en riesgo.
Causas principales de la amenaza
El cambio climático es señalado como la mayor amenaza para los corales de aguas cálidas. El calentamiento de los océanos, resultado del exceso de gases de efecto invernadero en la atmósfera, llevó a un aumento de la temperatura del agua, afectando drásticamente la salud de los corales. Los corales, al vivir en simbiosis con algas microscópicas que les proveen nutrientes y les dan su color característico, son altamente sensibles a los cambios de temperatura. Cuando el agua se calienta demasiado, las algas huyen, dejando al coral blanco en un fenómeno conocido como blanqueamiento. Además de este factor, otras amenazas como la contaminación, la pesca insostenible y el escurrimiento agrícola contribuyen a su degradación. Estas prácticas, sumadas a la acidificación del océano, introducen químicos y residuos que dificultan la regeneración de los arrecifes y los hacen más vulnerables a enfermedades.
Eventos de blanqueamiento y su impacto en los ecosistemas
El blanqueamiento de los corales, agravado por el cambio climático, afecta a las especies y a los ecosistemas marinos que dependen de ellos. Estos arrecifes son hábitats de innumerables especies de peces y organismos marinos que encuentran en ellos refugio, alimento y áreas de reproducción. La pérdida de los arrecifes amenaza la biodiversidad marina y tiene consecuencias en las comunidades humanas que dependen de ellos para su subsistencia, ya que estos ecosistemas proporcionan alimentos, generan empleos y protegen las costas de la erosión y los daños de las tormentas. De hecho, según la UICN, los arrecifes de coral son esenciales para la estabilidad de las líneas costeras y actúan como reservorios de carbono, lo que los convierte en actores importantes en la mitigación del cambio climático.
Evaluación de riesgo de la UICN y actualización de la Lista Roja
La UICN ha actualizado su Lista Roja de Especies Amenazadas, revelando que 892 especies de corales de aguas cálidas se consideran ahora en riesgo. Este avance en la evaluación de conservación muestra una subida en los niveles de amenaza desde la última vez que se realizó un análisis exhaustivo en 2008. En aquella ocasión, se estimaba que un tercio de las especies de corales de arrecife estaba amenazado; hoy, ese porcentaje se acerca a la mitad. Este deterioro es resultado directo de los eventos de blanqueamiento masivo, cada vez más frecuentes y graves, junto con otros factores de riesgo, como el aumento de temperaturas proyectado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). En paralelo, la UICN continúa evaluando la situación de los corales de aguas frías, ubicados en aguas profundas y oscuras, donde sus hábitats complejos dificultan el estudio.
El informe de la UICN destaca casos específicos de especies de coral en el Caribe, como el coral cuerno de ciervo (Acropora cervicornis) y el coral cuerno de alce (Acropora palmata), que sufrieron un declive drástico debido al aumento de las temperaturas, la contaminación y el impacto de huracanes. Ambas especies, ahora catalogadas como “críticamente amenazadas”, son representativas de los efectos devastadores que el calentamiento global puede tener en los ecosistemas marinos. A través de estudios publicados en revistas como PLOS One, los científicos también evidenciaron que la salud de estos corales se ve cada vez más amenazada por el cambio climático y que el blanqueamiento es cada vez más severo y frecuente en las aguas del Atlántico, lo que aumenta su vulnerabilidad a las enfermedades.
La gravedad de la situación llevó a la UICN a hacer un llamado a los líderes en la COP29, que se celebra en Bakú, Azerbaiyán, para que adopten medidas inmediatas. La organización insiste en la necesidad de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, que alimentan el calentamiento de los océanos y propician el blanqueamiento coralino. Grethel Aguilar, directora general de la UICN, destacó la relevancia de los ecosistemas saludables para las comunidades humanas y el planeta en general, subrayando que la protección de la biodiversidad es vital para la supervivencia de la humanidad. Además, los especialistas en corales de la UICN advierten que, si no se toman decisiones pertinentes y urgentes, se perderán cada vez más arrecifes y, con ellos, numerosas especies de coral.
Con la colaboración de diversas entidades, como la Fundación MSC, la UICN lanzó una campaña mundial en redes sociales para concienciar al público sobre la importancia de los corales y recaudar fondos destinados a acelerar las evaluaciones y estudios de especies. La campaña culminará en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN en Abu Dhabi, previsto para octubre del próximo año. Este esfuerzo busca no solo obtener recursos para investigaciones futuras, sino también crear un movimiento global de protección hacia los arrecifes de coral. Según el asesor científico David Smith de la Fundación MSC, un océano sin arrecifes de coral funcionales sería un escenario sombrío, por lo que urge implementar soluciones a la crisis climática, priorizando la protección de estos ecosistemas esenciales.
Con información de Infobae