La Cancillería de Uruguay solicitó información sobre su paradero y, en respuesta, el régimen venezolano exigió el retiro de la única funcionaria administrativa uruguaya que permanecía en su embajada en Caracas, según informó el ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Omar Paganini.
A partir de ahora, la embajada uruguaya seguirá operativa, pero únicamente con personal venezolano, lo que limitará sus funciones a trámites básicos, como la expedición de pasaportes y la renovación de documentos, advirtió Paganini.
El ministro uruguayo se dirigió al canciller de la dictadura, Yván Gil, haciendo referencia a una nota que la Embajada de Uruguay había enviado el 22 de octubre, tres días después de la detención del ciudadano uruguayo Fabián Buglione.
Buglione, residente en Estados Unidos, fue detenido el 19 de octubre en el puente internacional Atanasio Girardot, en San Cristóbal, y su familia ha perdido contacto con él desde entonces.
En respuesta a esta situación, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay emitió un comunicado recomendando a sus ciudadanos “evitar o posponer viajes a Venezuela”.