El Kremlin acusó hoy a Estados Unidos de echar «leña al fuego» de la guerra en Ucrania al autorizar, según informó la prensa occidental, ataques con misiles de largo alcance contra territorio ruso por parte de Kiev.
«Es evidente que la Administración saliente en EE.UU. tiene intención de continuar echando leña al fuego y seguir provocando una escalada de la tensión en torno a este conflicto», dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Subrayó que si se confirma que Occidente ha dado luz verde a Kiev eso significará «cualitativamente una nueva fase de tensión y una nueva situación respecto a la implicación de EE.UU.» en la contienda.
«Putin ya lo explicó con meridiana claridad. Esos ataques no los efectúa Ucrania, sino los países que dan la autorización», dijo y añadió que las misiones de vuelo las marcan los especialistas de las potencias occidentales y no los militares ucranianos.
Peskov destacó que «de ahí el peligro y la provocación» que supone el hecho de que los países de la OTAN se vean involucrados directamente en los combates.
A su vez, remitió a la declaración realizada por Putin en San Petersburgo en septiembre pasado en la que advirtió que la aprobación del empleo de misiles de largo alcance «significará que los países de la OTAN, EE.UU. y los países europeos estarán en guerra con Rusia».
Putin ha asegurado que dicha decisión es una línea roja para el Kremlin que podría obligar a Moscú, entre otras cosas, a suministrar armamento de largo alcance a los enemigos de Occidente en diferentes partes del mundo.
Según informaron el domingo los diarios New York Times y The Washington Post, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó a Ucrania el uso de armas estadounidenses de largo alcance para ataques limitados dentro de territorio ruso.
El permiso de Biden responde, señalan los medios, al despliegue de soldados norcoreanos (10.000 según el espionaje estadounidense) en la región fronteriza rusa de Kursk, ocupada parcialmente por tropas ucranianas desde agosto.
Las armas autorizadas son concretamente misiles supersónicos guiados llamados ATACMS que pueden transportar cabezas convencionales o de racimo y tienen un alcance de unos 300 kilómetros.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró anoche en su discurso a la nación que «los ataques no se hacen con palabras. Estas cosas no se anuncian. Los misiles hablan por sí solos y no hay duda de que lo harán».
Medios franceses y británicos también adelantaron que París y Londres podrían permitir a Ucrania golpear objetivos militares dentro de Rusia con los misiles Storm Shadow y SCALP.
Putin se había manifestado la pasada semana dispuesto a hablar sobre el arreglo en Ucrania con el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, quien prometió durante la campaña poner fin a la guerra.
Con información de EFE