El sábado 23 de noviembre, el presidente electo Donald Trump anunció que había nombrado a Brooke Rollins, presidenta del think-tank America First Policy Institute (Afpi), para el puesto de secretaria de Agricultura, la última cartera aún no asignada dentro de su Gobierno.
Abogada, Brooke Rollins fue directora del Consejo de Política Interior de la Casa Blanca al final del primer mandato de Donald Trump, antes de fundar Afpi en 2021 con otras figuras cercanas al candidato republicano, Larry Kudlow y Linda McMahon, nombrada a su vez secretaria de Educación.
«El compromiso de Brooke (Rollins) con los agricultores estadounidenses, con la defensa de la autosuficiencia alimentaria de Estados Unidos y con la revitalización de las pequeñas ciudades que dependen de la agricultura no tiene parangón», ha dicho Donald Trump en un comunicado. «Su misión será proteger a nuestros agricultores, la columna vertebral de nuestro país».
Al frente del Departamento de Agricultura, Brooke Rollins supervisará los programas agrícolas y alimentarios del Gobierno, la investigación y el comercio de alimentos, así como la seguridad alimentaria, el bienestar animal y la sanidad vegetal.
Brooke Rollins, de 52 años, es una conservadora tradicional que podría entrar en conflicto con el secretario de Sanidad designado, Robert F. Kennedy Jr. que está comprometido con la mejora de la calidad de los alimentos en Estados Unidos y quiere reducir los productos químicos y los alimentos ultraprocesados.
La nueva ministra de Agricultura fue considerada como posible jefa de gabinete del presidente electo, antes de que el puesto fuera finalmente adjudicado a Susie Wiles.
Con este nombramiento y la serie anunciada el viernes por la noche, Donald Trump ha completado su Gobierno y ahora podrá dedicarse a asignar los principales puestos de la administración federal, unos 4.000 de los cuales están pendientes de renovación cuando se produzca la rotación en la Casa Blanca.
El futuro presidente estadounidense nombró rápidamente a sus principales ministros, premiando en particular a aquellos que le han sido leales en los últimos años, cuando tuvo que hacer frente a varias investigaciones y procesos judiciales.
Entre ellos figuran el Secretario de Estado, el senador Marco Rubio, el ahora ex presentador de Fox News Pete Hegseth para Defensa y el candidato independiente Robert F. Kennedy, que finalmente se retiró para apoyar a Donald Trump.
Varios puestos gubernamentales siguen sin asignarse por el momento, como el de responsable de Pequeñas y Medianas Empresas y la Oficina de Ciencia y Tecnología.
Tampoco se ha cubierto aún el puesto de Representante Comercial de la Casa Blanca (USTR), pero se espera que el nuevo secretario de Comercio, Howard Lutnick, supervise estos equipos, que tradicionalmente dependen directamente del Presidente.
Con información de AFP