Madres y familiares de jóvenes detenidos en el contexto poselectoral del pasado 28 de julio, se concentraron en vigilia frente a la sede del Ministerio Público este lunes 2 de diciembre, exigiendo justicia y la liberación de los arrestados.
Con globos blancos, velas encendidas y camisetas con los rostros de jóvenes arrestados por la administración de Nicolás Maduro, los manifestantes denunciaron los casos de sus seres queridos, quienes, aseguran, son víctimas de detenciones arbitrarias y acusaciones infundadas.
“Mi hijo tiene cuatro meses detenido sin apertura de juicio. Él ha pensado en el suicidio, dice que no va a pagar 10 años sin haber hecho nada”, declaró la madre de Miguel Urbina, un adolescente de 17 años arrestado durante las manifestaciones tras los comicios presidenciales.
Según los testimonios recogidos, muchos de los jóvenes detenidos han sido imputados por delitos como terrorismo o asociación para delinquir, pese a la falta de pruebas en su contra. Las familias denuncian que el sistema judicial ha retrasado la apertura de los juicios y que las condiciones de detención son precarias, afectando gravemente la salud física y mental de los arrestados.
“Nuestros muchachos son inocentes, ni terroristas, ni delincuentes”, gritaban las madres, quienes además solicitaron la intervención de organismos internacionales de derechos humanos para revisar los casos y presionar por su pronta resolución.