El migrante venezolano condenado por el asesinato de la estudiante de enfermería de Georgia Laken Riley pidió a un juez un nuevo juicio después de ser sentenciado a cadena perpetua el mes pasado.
Los abogados de José Ibarra, un inmigrante ilegal de Venezuela, presentaron el martes un expediente judicial de dos páginas pidiendo al juez H. Patrick Haggard que anule el veredicto y la pena que decidió durante el juicio.
La decisión de Haggard fue “contraria a la ley” y “a la evidencia” y el juez “cometió otros errores de derecho que requieren un nuevo juicio”, alega el expediente.
Los documentos judiciales no brindan más detalles, pero sí piden al juez que deje la puerta abierta para que la defensa “revise los hechos y circunstancias” en el juicio con el fin de desarrollar potencialmente la solicitud más adelante, de acuerdo con el New York Post.
La moción de un nuevo juicio es un primer paso necesario que debe tomar el equipo de defensa antes de poder presentar una apelación.
El 20 de noviembre, Haggard condenó a Ibarra por los 10 cargos que enfrentaba, incluidos los de asesinato, asesinato con malicia, secuestro con lesiones corporales, agresión agravada con intención de violar y cargos de mirón.
A lo largo de un juicio de cuatro días, en el que participaron 29 testigos de la acusación y solo tres testigos de la defensa, los fiscales argumentaron que Ibarra, de 26 años, golpeó brutalmente y asfixió a Riley, de 22 años, el 22 de febrero mientras ella corría cerca del campus de la Universidad de Georgia en Atenas.
Riley, quien recientemente se había transferido de la Universidad de Georgia a la Universidad de Augusta para estudiar enfermería, supuestamente luchó por su vida durante aproximadamente 18 minutos contra su asesino, quien según los fiscales planeaba agredirla sexualmente, pero ella opuso una feroz resistencia.
La huella dactilar de Ibarra fue encontrada en el teléfono de Riley y su ADN estaba debajo de sus uñas, dijeron los fiscales según mostró la evidencia.
Pero los abogados de Ibarra dijeron que el análisis de huellas dactilares y evidencia de ADN no era confiable y trataron de atribuir el asesinato al hermano de Ibarra, Diego Ibarra, alegando que el cuerpo de José no coincidía con el visto en las imágenes de vigilancia.