La Cancillería de Panamá dijo este jueves que el país no recibiría a los migrantes de otra nacionalidad que eventualmente fueran deportados por el futuro Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, que comenzará sus funciones el 20 de enero.
“A la luz del Derecho Internacional, no tenemos obligación de recibir deportados de otras nacionalidades que no sean la panameña. Deseamos mantener relaciones con Estados Unidos siempre en el marco del respeto mutuo”, dijo la institución en un comunicado.
“Esta Cancillería entiende claramente que nuestra principal misión es proteger los intereses de la República de Panamá”, agregó.
El gobierno de Panamá informó el jueves que no recibió ninguna comunicación sobre una supuesta propuesta del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de enviar a Panamá migrantes que no sean acogidos en sus países de origen y destacó que no tiene la obligación de recibirlos.
«Ante noticias publicadas en medios estadounidenses sobre la posibilidad de enviar deportados a Panamá desde Estados Unidos, informamos que no hemos recibido ninguna comunicación oficial ni oficiosa sobre dicha propuesta«, expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá en un comunicado publicado en su página web.
La declaración de la Cancillería ocurre horas después de que la cadena NBC publicara que la futura administración de EE.UU. estaría preparando una lista de países a los que podría deportar migrantes si sus países de origen se rehusaran a recibirlos. Según NBC, ese listado incluiría a Islas Turcas y Caicos, Bahamas, Granada y Panamá.
Consultada al respecto, Karoline Leavitt, portavoz del equipo de Trump, le dijo a CNN que el republicano recibió el mandato del pueblo estadounidense de detener lo que llamó “la invasión de inmigrantes ilegales, asegurar la frontera y deportar a los peligrosos criminales y terroristas” que hacen menos seguras a sus comunidades. “Él cumplirá”, dijo.
Trump, quien hace un mes ganó las elecciones en EE.UU. y se prepara para su segunda presidencia —tras la que encabezó entre 2017 y 2021—, ha dicho en reiteradas ocasiones que uno de los objetivos de su Gobierno será deportar a los migrantes indocumentados que, dice, perjudican al país. Sin embargo, ni él ni sus colaboradores han detallado cómo llevarían a cabo esta medida.
Durante la campaña presidencial, el republicano reiteró algunas de las medidas que implementaría durante su mandato, como la deportación masiva de migrantes ilegales, la eliminación de las «ciudades santuario» y el restablecimiento del Título 42, norma que permitía la expulsión de migrantes por razones sanitarias durante la pandemia.
También criticó los permisos temporales de trabajo otorgados a migrantes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, y argumentó que estas políticas están «destruyendo» pequeños pueblos y quitando empleos a ciudadanos estadounidenses, en particular a la comunidad afrodescendiente y latina.
«Están quedándose con los trabajos de la población negra a niveles nunca vistos. De los hispanos también, están sufriendo ellos y sus familias», opinó Trump.
Sin embargo, Panamá descartó en 2019 la posibilidad de firmar un acuerdo para convertirse en un «tercer país seguro» para albergar migrantes que solicitaran refugio en Estados Unidos.