Donald Trump designó el jueves a Rodney S. Scott, su anterior jefe de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, como futuro comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, y a Caleb Vitello, como director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas del Gobierno entrante. Trump se ha comprometido a implementar deportaciones en masa tan pronto como asuma la presidencia.
En otras noticias sobre el proceso de transición presidencial, Trump eligió al inversor de capital de riesgo y ex jefe de operaciones de la compañía PayPal David Sacks como su “zar de inteligencia artificial y criptomonedas”. El puesto recientemente creado no requerirá confirmación del Senado ni declaraciones financieras, aunque es probable que beneficie directamente los diversos intereses comerciales de Sacks en Silicon Valley. Se espera que Sacks, quien es un aliado cercano de Elon Musk, presione por una mayor desregulación de las políticas relacionadas con la tecnología.
En noticias relacionadas, Elon Musk y Vivek Ramaswamy, quienes fueron elegidos por Trump para dirigir el nuevo “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, se reunieron el jueves con los republicanos en el Capitolio para impulsar los planes destinados a “desmantelar” el Gobierno federal. Nuevos documentos federales confirman que Musk gastó más de 250 millones de dólares en la campaña presidencial de Trump.
Los dos nuevos cargos ya trabajaron en asuntos migratorios durante el primer mandato de Donald Trump y tienen experiencia en las tareas que les toca asumir. Serán los brazos ejecutores sobre el terreno de esa política de mano dura, pues estarán al frente de las unidades operativas con competencias en la materia.
Rodney Scott prestó servicios casi tres décadas en la Patrulla Fronteriza, de la que fue jefe durante la anterior presidencia. Cuando era jefe de la Patrulla para el sector de San Diego, los agentes lanzaron gases lacrimógenos a los inmigrantes que se encontraban del lado mexicano de la frontera. Trump lo nombró jefe de la Patrulla Fronteriza, donde se encargó de aplicar algunas de sus políticas. Además, recibió acusaciones de que los agentes se extralimitaron en sus funciones cuando fueron desplazados a Portland (Oregón) para hacer frente a las protestas contra la violencia policial de 2020.
Fue destituido por el Gobierno de Joe Biden en 2021. Scott se mostró muy crítico con la política migratoria de Biden en intervenciones televisivas y mostró su apoyo a Trump durante la campaña electoral. Ahora, recupera su antiguo puesto.
Por su parte, Caleb Vitello asumirá la dirección del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, para el que lleva trabajando 23 años y donde en la actualidad es director adjunto de la Oficina de Armas de Fuego y Programas Tácticos. Desde ese cargo, supervisa la formación, el equipamiento y la política del ICE para garantizar la seguridad de los agentes y del público.
De su historial, Trump destaca que proporcionó “orientación política, planificación estratégica y supervisión operativa de los esfuerzos para localizar, detener y expulsar de Estados Unidos a delincuentes peligrosos y extranjeros ilegales que se encontraban en libertad”. “El excepcional liderazgo de Caleb, su amplia experiencia y su compromiso con la misión del ICE hacen de él una excelente elección para poner en práctica mis esfuerzos por mejorar la seguridad de las comunidades estadounidenses que han sido víctimas de la delincuencia de los extranjeros ilegales”, indicó Trump en un mensaje en la red social Truth.
La Patrulla Fronteriza y el ICE se encargan de detener y expulsar a los inmigrantes que se encuentran de modo irregular en Estados Unidos. Scott y Vitello, por tanto, tendrán puestos operativos clave para llevar a cabo la deportación masiva de inmigrantes que el presidente quiere llevar a cabo desde el primer día. En esa tarea, estará bajo las órdenes de Tom Homan, al que Trump ha encargado expresamente la que se supone que será la mayor operación de deportación de la historia del país.
Homan dirigió el ICE en el primer mandato de Trump. Los demócratas le han criticado por su política, que llevó a la separación de miles de padres y niños que pedían asilo en la frontera. Stephen Miller, que será jefe de Gabinete adjunto para política, también fue una figura central en esa medida de separar a miles de familias inmigrantes durante el primer mandato de Trump. Miller también ayudó a elaborar muchos de los discursos y planes más radicales de Trump sobre inmigración, y a menudo fue el rostro público de esas políticas durante el primer mandato del mandatario republicano y durante sus campañas.
En una campaña con la xenofobia como eje, Trump argumentó que las prioridades económicas, de seguridad nacional y sociales de Estados Unidos podrían cumplirse deportando a las personas que viven ilegalmente en el país. Además de acelerar las deportaciones, el presidente electo quiere recuperar medidas similares a las que aplicó en su primer mandato para frenar el flujo migratorio. Buscará restablecer el llamado Quédate en México, un acuerdo con el país vecino para que los solicitantes de asilo permanezcan allí mientras se tramitan sus solicitudes en Estados Unidos, e impulsará la reactivación de los acuerdos de “tercer país seguro” con varias naciones latinoamericanas. También puede invocar la ley de poderes de emergencia de salud pública conocida como Título 42 para negarse a aceptar peticiones de asilo, como ya hizo durante la pandemia del coronavirus.