El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, “evolucionó bien” al día siguiente de ser operado de emergencia para drenarle un hematoma en la cabeza, informó este miércoles el hospital en el que se encuentra ingresado.
El mandatario, de 79 años, “está lúcido, orientado, conversando y pasó bien la noche”, señaló el Hospital Sirio-Libanés de San Pablo, donde fue sometido a una cirugía intracraneal la madrugada del martes.
“Evolucionó bien en el posoperatorio inmediato, sin complicaciones. El presidente aún tiene drenaje mientras aguarda nuevos exámenes de rutina”, agregó el comunicado.
En principio, el jefe de Estado, quien está acompañado por su esposa Rosângela “Janja” da Silva, permanecerá en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) hasta este jueves para cumplir con las 48 horas de precaución y después continuará en observación hasta que vuelva a Brasilia, lo que puede ocurrir el 16 de diciembre.
Lula se empezó a sentir mal en la tarde del lunes y esa noche acudió a la unidad del Sirio Libanés de Brasilia con “dolores de cabeza”. Allí se sometió a una resonancia magnética que constató “un sangramiento” de “tres centímetros” entre el cráneo y el cerebro.
“Fue un hematoma frontoparietal en el lado izquierdo” de la cabeza, detalló el doctor Marcos Stavale.
El equipo médico decidió entonces trasladarlo de urgencia a San Pablo para ser intervenido.
La cirugía duró unas dos horas y transcurrió sin problemas. A partir de una trepanación, procedimiento que consiste en agujerear el cráneo, se le drenó el hematoma, fruto de la caída que sufrió el pasado 19 de octubre en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia, en Brasilia.
Lula se cayó ese sábado en el baño, se golpeó la cabeza y recibió cinco puntos de sutura en la nuca. Sin embargo, el hematoma detectado ahora no fue en el mismo lugar donde se golpeó.
“Cuando uno se golpea la cabeza, la hemorragia no se produce en el lugar del golpe, sino que es producida a raíz de la sacudida del cerebro porque el cerebro se mueve dentro del cráneo”, explicó el doctor Stavale.
Lula se sometió entonces a varias revisiones y, por seguridad, los médicos le recomendaron no realizar viajes de larga duración en avión.
Así, se vio obligado a cancelar su participación en la cumbre de líderes del grupo BRICS, en Kazán (Rusia), y en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP29), celebrada en Bakú.
Semanas después, retomó su agenda con total normalidad.
Entre finales de noviembre y principios de diciembre, Lula tuvo una intensa agenda de trabajo. Fue el anfitrión en Río de Janeiro de la cumbre de líderes del G20 y la semana pasada viajó a Montevideo para la reunión semestral de presidentes del Mercosur.
Los médicos indicaron además que el hecho de que el sangramiento se haya producido dos meses después de la caída entra dentro de lo posible, y que, una vez reciba el alta, el presidente hará vida “normal”.
Otros contratiempos médicos
Lula ocupa la Presidencia desde el 1 de enero de 2023, después de haber gobernado durante dos mandatos consecutivos entre 2003 y 2010.
En noviembre de 2022, poco después de ganar las elecciones frente al líder ultraderechista Jair Bolsonaro, Lula estuvo hospitalizado para la retirada de una pequeña área de “leucoplasia” -manchas blancas- en las cuerdas vocales.
Entonces, se le realizaron diversas pruebas que mostraron la completa remisión del tumor de laringe que padeció en 2011 y que lo obligó a someterse a varias sesiones de quimioterapia.
Ya en el poder, en marzo de 2023, tuvo una bronconeumonía que lo obligó a postergar una importante visita de Estado a China. El líder progresista insinuó hace unos meses que pretende presentarse a la reelección en 2026, cuando tendrá cerca de 81 años.
(Con información de agencias)