La policía regional de Cataluña, España, liberó a ocho mujeres procedentes de países latinoamericanos, entre ellos Venezuela, que eran forzadas a ejercer la prostitución en dos locales de Barcelona.
Asimismo, las autoridades catalanas también detuvieron a tres personas relacionadas con esta trama de explotación sexual.
Según informó el cuerpo policial el domingo 15 de diciembre, fueron detenidas dos mujeres y un hombre, de entre 35 y 60 años de edad, a quienes se les atribuyen delitos de tráfico de seres humanos en la vertiente de explotación sexual. Los detenidos pertenecen a un grupo criminal y de delito de tráfico de drogas.
El grupo criminal tenía la intención de expandirse: había adquirido otros locales y estaba planificando abrir uno en la zona adinerada de la ciudad.
La red buscaba a mujeres jóvenes en páginas web de streaming de contenido sexual y las captaban en sus países de origen, principalmente en Colombia, Honduras y Venezuela.
El objetivo eran mujeres que ya se habían iniciado previamente en el mundo de la prostitución, para trasladarlas después a España ofreciéndoles beneficios económicos con falsas promesas.
Estas mujeres vivían de forma precaria en los propios locales donde ejercían la prostitución, y se las obligaba a prostituirse durante muchas horas al día y en condiciones abusivas, en las que la organización se quedaba con más de la mitad de las ganancias.
En el registro de los domicilios de los investigados y en los locales donde se ejercía la prostitución se intervinieron más de 35 mil euros en metálico y pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes.
De acuerdo con el Informe Anual de Trata de Personas (TIP, por sus siglas en inglés) del Departamente de Estado de Estados Unidos, Venezuela, Cuba y Nicaragua están entre los países con mayor existencia de tráfico de personas, ya que no cumplen los estándares mínimos para la eliminación y no hacen esfuerzos significativos para ello.
El informe TIP, publicado en octubre de 2024, divide a los países según sus grados de tráfico de personas. Además, posiciona en el nivel más grave a los mencionados, que ya estaban un año antes.
En el caso de Venezuela, se pide al Estado que investigue y enjuicie a los traficantes y a sus cómplices, involucrados en el tráfico sexual infantil, el reclutamiento o el uso de niños por parte de grupos armados ilegales, tráfico de hombres y personas LGTBIQ+.
El documento también destaca que en el hemisferio occidental (América del Norte, Central, del Sur y el Caribe) existen amplios puntos en común en las tendencias de trata que enfrentan los países. En este caso, suelen estar relacionados con la inmigración irregular.
La migración irregular sin precedentes en la región afecta a todos los países del hemisferio occidental.
“Los migrantes y solicitantes de asilo son especialmente vulnerables al tráfico sexual y al trabajo forzoso, incluso por parte de grupos delictivos organizados grandes y pequeños”, apuntó.
Con información de El Diario