Alrededor de un millón de refugiados sirios (de los casi siete millones que huyeron de la guerra en su país durante los pasados 14 años) podrían regresar a Siria entre enero y junio de 2025, según cálculos preliminares de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
«Hemos compartido esas previsiones con nuestros donantes para que nos apoyen a la hora de responder a las necesidades sobre el terreno», destacó en rueda de prensa en Ginebra la directora de ACNUR para Oriente Medio y el Magreb, Rema Jamous Imseis.
La responsable regional de la agencia también hizo un llamado a que los Estados «sean pacientes y no tomen decisiones drásticas» a la hora de lidiar con estos posibles flujos de refugiados, ya que, en su opinión, «hay que esperar a que haya más claridad» con respecto al desarrollo de la situación en Siria.
La responsable de ACNUR indicó que un 80 % de los centros comunitarios de su agencia en Siria han podido ser reabiertos tras unos días de interrupción por la caída del régimen de Bashar el Asad, y también han podido reanudar operaciones en la frontera para registrar el paso de ciudadanos sirios en una u otra dirección.
«Miles de refugiados sirios están volviendo al país, pero otros miles lo están dejando. Hemos registrado retornos desde Turquía, Líbano y en menor medida desde Jordania», señaló, indicando que el principal flujo hacia fuera del país se ha notado en la frontera libanesa.
Jamous recalcó que «un cambio de régimen no significa que la crisis humanitaria haya terminado», recordando que en las últimas semanas se han registrado alrededor de un millón de desplazamientos internos, y que todavía un importante porcentaje de la población sigue necesitando asistencia.