El Enviado Especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, advirtió este martes en una sesión del Consejo de Seguridad dedicada a la situación en este que «el conflicto aún no ha terminado», y citó los combates abiertos en el noreste sirio y los bombardeos repetidos de la aviación israelí en los Altos del Golán y otros lugares, que según sus cálculos suman ya 350 ataques.
Esta es la primera sesión que el Consejo dedica a la situación en Siria desde el colapso del régimen de Bachar al Asad a manos de un movimiento liderado por Ahmed al Sharaa, y la formación de un nuevo Gobierno provisional dirigido por Mohamed al Bachir, con quienes Pedersen se reunió el lunes.
Pedersen, que de hecho se encuentra todavía en Damasco, explicó ante el Consejo que expuso a Al Sharaa y Al Bachir la necesidad de diseñar rápidamente una transición política conducente a una nueva constitución y elecciones libres, pero no reveló cuál fue la respuesta de sus interlocutores.
Sí alabó algunos pasos dados por las nuevas autoridades de preservar los ministerios del anterior gobierno y llamar a los funcionarios a seguir trabajando, lo que según él provee «una sólida base» para el traspaso del poder.
Pedersen insistió de forma repetida en que toda transición debe ser «inclusiva», no solo hacia las minorías étnicas o religiosas, sino también hacia las mujeres sirias, que deben ser sumadas a un proceso donde hasta el momento son invisibles.
Si bien la situación en la capital es estable «y el orden ha mejorado significativamente» -subrayó- no es el caso en el resto del país, sobre todo en el noreste, donde las hostilidades entre los kurdos sirios y los grupos apoyados por Turquía están dejando numerosos civiles muertos, heridos o desplazados.
Finalmente, expresó la disposición de Naciones Unidas a reforzar su presencia en Siria en este momento y dijo a las nuevas autoridades que «mi puerta está abierta (…) para construir el diálogo» intersirio.
En la sesión del Consejo de Seguridad se sentó como invitado el embajador sirio representante del régimen depuesto, Koussay Aldahhak, cuyo destino es ahora incierto hasta que el Comité de Credenciales de la Asamblea General decida sobre la representación de un país ahora controlado por un nuevo régimen.
EFE