La oposición venezolana confirmó este viernes a EFE la salida de Fernando Martínez Mottola de la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas, donde se encontraba asilado desde el pasado marzo junto a otros cinco antichavistas, que se refugiaron tras ser acusados por las autoridades de conspiración y traición a la patria.
La fuente opositora, cuya identidad pidió no revelar, corroboró que Martínez Mottola abandonó la sede diplomática el jueves, aunque aseguró desconocer si el antichavista se presentó voluntariamente ante la Fiscalía, como han publicado diversos medios nacionales, o se encuentra en su casa, como han informado otros.
Martínez Mottola, que era asesor de la mayor coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), cuando se asiló en las dependencias de la embajada, había sido ministro de Transporte y Comunicaciones durante el segundo Gobierno de Carlos Andrés Pérez, con quien fue también presidente de la compañía estatal de comunicaciones Cantv.
Los asilados denuncian que, desde el pasado 23 de noviembre, sufren «asedio permanente» por parte de efectivos policiales, así como cortes del servicio eléctrico y suministro de agua, por lo que solicitaron a Brasil -que custodia la sede desde la expulsión del cuerpo diplomático argentino- «redoblar esfuerzos» para que el Gobierno de Nicolás Maduro les entregue salvoconductos para poder salir del país sin riesgos.
En este sentido, Pedro Urruchurtu, uno de los asilados, hizo un llamado el pasado sábado al Ejecutivo de Luiz Inácio Lula da Silva para que dé «mucho más sentido de urgencia» al caso y «entender que esta situación, claramente, puede empeorar».
En la residencia, además de Urruchurtu, se encuentran Magalli Meda, Omar González, Claudia Macero, Humberto Villalobos -todos colaboradores del partido Vente Venezuela, liderado por María Corina Machado-, por quienes 13 países, entre ellos Estados Unidos y Argentina, han pedido salvoconductos para que salgan de manera segura de Venezuela.
La ruptura de relaciones entre Argentina y Venezuela se produjo el pasado 29 de julio, día posterior a las elecciones presidenciales en el país caribeño, donde el resultado oficial dio una cuestionada victoria a Maduro, que diversas organizaciones y Gobiernos -entre ellos, el de Javier Milei- rechazaron, al considerar que es «fraudulento» y que el ganador fue el opositor Edmundo González Urrutia.
Desde entonces, la tensión arreció y se puso de manifiesto con cruces de insultos y acusaciones entre Maduro y Milei.
El pasado 8 de diciembre, la confrontación escaló todavía más tras la detención de un gendarme argentino en Venezuela, donde fue acusado de organizar «planes terroristas» en el país. EFE