A cinco se ha elevado en las últimas horas la cifra de muertos por el atropello múltiple en Magdeburgo, en el este de Alemania, que el canciller Olaf Sholz calificó de «acto demencial».
Sholz precisó que Alemania debe estar unida ante lo ocurrido y no permitir que el odio empiece a imperar en la vida cotidiana del país.
A cinco se ha elevado en las últimas horas la cifra de muertos por el atropello múltiple en Magdeburgo, en el este de Alemania, que el canciller Olaf Sholz calificó de «acto demencial».
Sholz precisó que Alemania debe estar unida ante lo ocurrido y no permitir que el odio empiece a imperar en la vida cotidiana del país.
«No hay lugar que represente tanto la paz como un mercadillo navideño. Que acto tan bárbaro y demencial es irrumpir en él para matar y herir a la gente», dijo Scholz en una breve comparecencia en el lugar de los hechos al lado del primer ministro del estado federado de Sajonia-Anhalt, Reiner Hasseloff.
«En esos momentos tenemos que estar juntos, no podemos permitir que el odio impere en nuestra vida cotidiana», agregó.
Tanto Scholz como Hasseloff señalaron que hay que hacerlo todo para investigar lo ocurrido y aplicar todo el peso de la ley. Asímismo ofrecieron ayuda a los afectados y a quienes participaron en las tareas de ayuda tras el atropello.
«Estoy muy agradecido con todos los que han ayudado y han evitado algo peor. Nos los dejaremos solos», dijo Scholz.
Entre tanto la cifra de muertos ha subido a cinco y el número de herido se estima en 200, muchos de ellos graves.
El presunto responsable es un psiquiatra saudí de 50 años, identificado como Taleb A, y que en el pasado había adquirido cierta notoriedad como critico del Islam.
La vida del doctor Taleb A, como la muestran medios como la revista «Der Spiegel» o el diario «Frankfurter Rundchau», pasa por el abandono de la fe musulmana, el activismo a favor de mujeres saudíes y desemboca en abiertas simpatías por la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y en teorías sobre un presunto plan para islamizar Eurocopa, fraguado según él por la excanciller Angela Merkel.
Taleb A llegó a Alemania en 2006 como estudiante y recibió asilo en julio de 2016 tras haber sido amenazado de muerte por haberse apartado del Islam. Vivía y trabajaba como psiquiatra en Bernburg, una pequeña ciudad de 32.000 habitantes a orillas del río Saale entre Magdeburgo y Halle.
Como activista informaba y aconsejaba a mujeres saudíes sobre posibilidades de huir de su país y tenía una página web con informaciones sobre el sistema alemán de asilo.
En una entrevista que concedió en 2009 al diario «Frankfurter Rundschau» dijo que muchas mujeres saudíes acudían a él en busca de protección tras haber sido violadas por el hombre del que dependían. En ese entrevista dijo que el sistema alemán de asilo era para esas mujeres un camino hacia la libertad.
En otra entrevista, con el diario «Frankfurter Allgemeine» y publicada en 2009, se definía como «al más grande crítico del Islam en toda la historia».
A partir de un determinado momento la distancia que había tomado ante el Islam se convirtió en un rechazo abierto a la política migratoria alemana. En noviembre pasado publicó en su cuenta de X un mensaje con «cuatro exigencias de la oposición saudí» y decía que Alemania tenía que proteger sus fronteras de la migración ilegal.
Luego acusaba a Merkel de haber tenido un plan para islamizar Europa con su política de fronteras abiertas. En otros mensajes de redes sociales mostraba abierta simpatía por la AfD porque decía que era el único partido que combatía el Islam en Alemania. Taleb A quería fundar junto con AfD una academia para exmusulmanes en Alemania, según «Der Spiegel».
Ya en la biografía que el mismo publicó en su perfil de X terminaba diciendo que «Alemania quiere islamizar a Europa».
Hace sólo una semana se difundió una entrevista suya a través de un blog islamófobo en EEUU en la que sostenía que el estado alemán tenía una operación secreta para perseguir ex-musulmanes saudíes en todo el mundo y al mismo tiempo concedía asilo a yihadistas sirios. En otro mensaje de X, luego borrado, anunciaba venganza, según el diario «Die Welt».
En las últimas semanas, según el diario local «Magdeburger Zeitung», Taleb A había faltado al trabajo por una baja médica.