Los hermanos Ismael Arroyo (15 años) y Josué (14) y sus amigos Saúl Arboleda (15) y Steven Medina (11) no abrieron en Nochebuena sus regalos de Navidad, como el resto de los niños ecuatorianos. Horas antes encontraron tres cuerpos calcinados de menores en las inmediaciones de la base de Taura, a 39 kilómetros de Guayaquil, a la que pertenecen los 16 militares implicados en la desaparición forzada de los niños que ha conmocionado a Ecuador.
La Policía avanza las investigaciones a la espera de los pruebas genéticas, pero el dolor y la indignación recorrieron por igual el país andino en una fecha reservada para la alegría en familia. Se trata de una zona de difícil acceso, a la que sólo se puede acceder en bote. La marea había arrastrado los cuerpos. Las familias fueron notificadas de inmediato sobre el hallazgo, a la espera de los análisis de Criminalística.
En el único vídeo encontrado hasta ahora, y facilitado por la Asamblea Nacional, se ve cómo los soldados suben a una camioneta a uno de los niños. Tumbado en el suelo, el chico recibe los primeros golpes del militar.
La Unidad Especializada en la Investigación del Uso Ilegítimo de la Fuerza de la Fiscalía General del Estado ha fijado fecha y hora para instalar la audiencia de formulación de cargos en contra de los 16 militares. Un día antes, los fiscales habían decomisado los teléfonos móviles de los 16 militares y las dos camionetas donde trasladaron a los chicos el día 8 de este mes.
Ese día, los menores del barrio empobrecido de Las Malvinas fueron a jugar al fútbol, que era su afición favorita. Todos ellos soñaban en convertirse en el nuevo Moises Caicedo, la estrella del Chelsea londinense, o en Kendry Páez, el zurdo de 17 años, nuevo crack del fútbol ecuatoriano. Incluso Ismael había ganado varias medallas en campeonatos locales, los mismas que su padre, Luis Arroyo, ha portado en las distintas protestas realizadas estos días.
Al acabar el juego en una cancha improvisada, los chiquillos fueron a comer pan a un centro comercial. Y fue allí donde comenzó a escribirse esta tragedia: las autoridades aseguran que intentaron robar a una mujer y que por eso fueron interceptados por los soldados. No hay ninguna prueba al respecto.
El Ministerio de Defensa también ordenó poner bajo custodia militar a los 16 integrantes de la Fuerza Aérea señalados por el caso. Ecuador vive desde enero en estado de «conflicto armado interno» contra el narcotráfico y el crimen organizado, lo que ha provocado que el Ejército participe en tareas policiales.