La dictadura de Nicolás Maduro procesó al gendarme argentino Nahuel Agustín Gallopor terrorismo. El fiscal general del régimen, Tarek William Saab, informó este viernes que se lo acusa de haber “intentado entrar al país de manera irregular”.
Fuentes oficiales confirmaron a Infobae que Gallo está “detenido en Caracas” y en “perfecto estado de salud”. Consultados acerca de si pudo tener contacto con algún abogado, el vocero señaló que “está con pleno respeto de sus derechos humanos”.
En su declaración oficial, el Ministerio Público venezolano explicó que el gendarme fue aprehendido “habiéndose cumplido con los plazos procesales correspondientes”, conforme lo estipulado en el Código Orgánico Procesal Penal venezolano. El régimen venezolano sostiene que la detención de este ciudadano está relacionada con su pertenencia supuesta a un grupo vinculado a la “ultraderecha internacional”, que presuntamente buscaba ejecutar actos desestabilizadores desde territorio venezolano.
Además, el fiscal Saab aseguró que las acciones judiciales tomadas en Argentina, como una resolución emitida por la Cámara Federal de Mendoza, muestran la “complicidad” del gobierno argentino. En el texto, destacó que este respaldo a “los familiares del procesado” tiene como finalidad debilitar al Estado venezolano. Según su pronunciamiento, “las declaraciones y acciones realizadas por el gobierno argentino dejan clara la complicidad de las autoridades de esa Nación en planes subversivos”.
Por su parte, el Ministerio Público de la dictadura subrayó que el acusado está siendo procesado conforme a lo establecido en la Constitución venezolana, y su caso está en manos de un juez. En palabras de Saab: “El precitado imputado está a disposición del juez en base a lo establecido por nuestra Constitución y las leyes nacionales”.
La polémica escaló aún más cuando el comunicado hizo énfasis en que la dictadura de Venezuela considera que los recientes movimientos en el ámbito judicial argentino tienen un trasfondo político. El funcionario señaló sin ofrecer pruebas un respaldo a “los planes subversivos que buscan atacar por cualquier vía al Estado venezolano”. Esto se inscribe en el contexto de una relación ya tensa entre la dictadura de Nicolás Maduro y el gobierno del presidente Javier Milei.