Durante una rueda de prensa, Maduro anunció que emitirá un decreto para establecer una amplia comisión nacional e internacional encargada de llevar a cabo una reforma constitucional, promoviendo el debate y el diálogo entre todos los sectores del país.
“Esa reforma constitucional tendrá que darse en el seno de la AN en este año”, señaló.
Por otra parte, Maduro aseguró que solicitó la elaboración y presentación de una ley especial que regule el funcionamiento de los órganos del Estado, en respuesta a lo que él describe como «amenazas internas y externas».
Asimismo, afirmó que la Organización de Defensa Integral (ODI) está activada para proteger la «democracia y los derechos del pueblo venezolano».
Captura de extranjeros
En este contexto, Maduro informó sobre la captura de tres individuos extranjeros involucrados en actividades «desestabilizadoras», las cuales, según él, «están financiadas por el Gobierno de Estados Unidos».
«Cada mensajito, cada acto, cada pasaje de avión: pague, pague, pague», afirmó Maduro, sugiriendo que la administración Biden mantiene «la chequera abierta» para financiar a Edmundo González, a quien calificó como «el nuevo Guaidó».
Además, senunció que se busca reeditar organismos como el Grupo de Lima, que él describe como parte de una agenda que se asemeja a la de «Sodoma y Gomorra».
Maduro aseguró que el año 2025 marcará un hito democrático en Venezuela, con la celebración de nueve elecciones, y subrayó que «la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo».
El dictador lanzó críticas hacia la oposición, a la que acusó de haber «malversado» la victoria política electoral de años anteriores y de haber «prometido cambios que nunca cumplió». «¿Dónde están los que malversaron los votos y la victoria política electoral de 2015 (…) ¿Dónde están los que prometieron y no cumplieron?. Están multimillonarios, viviendo en mansiones en Madrid y Miami», dijo.
«Los hemos derrotado en todos los escenarios y en esta época histórica los vamos a volver a derrotar (…) «siempre prometen la batalla final, el día final y el ahora sí», añadió.
También arremetió contra Julio Borges, afirmando que es uno de los «ladrones y criminales más perversos que se conocen en la historia de la política venezolana».
Además, se refirió a la migración venezolana, atribuyendo la crisis a las sanciones impuestas por el exterior, y enfatizó que el país «tiene derecho a la libertad, soberanía y democracia». «Es fundamental propagar la conciencia de un pueblo noble que tiene el derecho a existir como nación», reiteró.
Maduro también hizo referencia a las alianzas internacionales y a la «influencia de potencias extranjeras en los asuntos internos de Venezuela», acusando a líderes opositores de ser cómplices de intereses foráneos. «El extremismo ha tomado todo el control de la oposición», aseguró.
En este sentido, expresó su crítica hacia los expresidentes latinoamericanos que afirmaron que respaldarían al opositor Edmundo González Urrutia en su regreso a Venezuela, acusándolos de ser corruptos, drogadictos y narcotraficantes.
«Son lo peor del museo de la corrupción, del pandillaje del narcotráfico y de la pedofilia de expresidentes de nuestra América Latina caribeña, alrededor del nuevo Sodoma y Gomorra», sostuvo.