El dictador Daniel Ortega no participará personalmente en la controvertida toma de posesión de Nicolás Maduro, prevista para este viernes 10 de enero, en la sede del Parlamento de Venezuela en Caracas.
En cambio, una delegación nicaragüense integrada por al menos dieciséis representantes estará presente en la ceremonia. Según información difundida por medios nicaragüenses, esta decisión llega en medio del aislamiento internacional y crecientes tensiones políticas en ambos países.
El anuncio fue realizado por la vice presidente y portavoz oficialista Rosario Murillo durante una intervención pública al mediodía del jueves, donde manifestó su “orgullo” por la participación indirecta del régimen. Según lo reportado, Murillo destacó que el equipo de funcionarios nicaragüenses será liderado por Orlando Tardencilla, ministro asesor de Políticas y Relaciones Internacionales. “Contentos y orgullosos de compartir estos momentos históricos en las luchas de los pueblos de nuestra América”, expresó la funcionaria.
Murillo también enlistó a los miembros de la delegación, destacando la presencia de figuras como la ministra de la Mujer, Lucien Guevara; el co-secretario de Economía Creativa, Luis Morales; y las diputadas Loria Raquel Dixon y Amada Pineda. También se confirmó la asistencia de diplomáticos como Gadiel Arce y la embajadora en Caracas, Daisi Torres. “Mañana estaremos en la juramentación solemne de nuestro querido compañero, camarada, hermano Nicolás Maduro Moros”, añadió Murillo en sus declaraciones citadas por la fuente.
Sin embargo, Daniel Ortega no explicó los motivos específicos de su ausencia en el evento. La vicepresidenta Rosario Murilloevitó abordar el tema directamente durante su anuncio. No obstante, diversos medios han atribuido la decisión a múltiples factores, incluidos los desafíos de seguridad en Venezuela y la reciente orden de captura internacional emitida por un juez en Argentina contra Ortega y otros colaboradores por violaciones a los derechos humanos.
El respaldo político de Ortega a Maduro sigue siendo público y evidente. En días previos a la toma de posesión, Ortega y Murillo enviaron una carta al mandatario venezolano en la que reiteraron su apoyo a lo que calificaron como “un momento histórico crucial”. La misiva fue enviada en un contexto de amplio rechazo internacional hacia la reelección de Maduro, caracterizada por acusaciones de fraude y represión. Según la información recabada, esta misiva contrasta con la postura asumida por diversos países del ámbito internacional que reconocen al líder opositor Edmundo González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela.