El gobierno chileno cuestionó este viernes la investiduras de Nicolás Maduro afirmando que “está desprovista de toda legitimidad democrática”. Además condenó “el aumento de la represión y persecución política” en Venezuela.
A través de un comunicado oficial de la Cancillería, el gobierno subrayó que “el pueblo venezolano tiene el derecho a decidir su propio destino”. A su vez, calificó el reciente proceso electoral del 28 de julio de 2024, que proclamó a Maduro como ganador, como “fraudulento” y carente de “los más mínimos estándares de transparencia e integridad”.
Finalmente, condenó el aumento de la represión y persecución política en Venezuela y exigió el pleno respeto de los derechos humanos y el restablecimiento de un orden democrático y de las libertades fundamentales de su pueblo.
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— Cancillería Chile 🇨🇱 (@Minrel_Chile) January 10, 2025
El presidente Gabriel Boric ha reiterado su preocupación por la situación en Venezuela y ha demandado en múltiples ocasiones “el pleno respeto” a los derechos humanos y “el restablecimiento” del orden democrático y las libertades fundamentales.
En declaraciones recientes, Boric calificó al gobierno de Maduro como una “dictadura”, especialmente tras la detención de la líder opositora María Corina Machado durante una concentración en Caracas; siendo liberada horas más tarde. Este suceso se desarrolló un día antes de la controvertida investidura.
El mandatario chileno también enfatizó: “No reconocemos el fraude electoral que perpetuó el gobierno de Maduro, que hasta el día de hoy sigue persiguiendo a organizaciones vinculadas a la defensa de derechos humanos y a quienes discrepen con él”.
Desde el inicio de su mandato, Boric ha mantenido una postura firme contra Maduro, denunciando un “fraude” en las elecciones venezolanas. En agosto del año pasado, ya había calificado al gobierno venezolano como una “dictadura”, lo que generó tensiones dentro de su coalición gubernamental con el Partido Comunista.
La respuesta del gobierno de Maduro fue inmediata; ordenó la salida del personal diplomático chileno tras las críticas formuladas por Boric respecto al proceso electoral y su negativa a reconocerlo como vencedor en las presidenciales.
Este proceso estuvo marcado por un controvertido conteo de votos que varios países y líderes políticos denunciaron como fraudulento, incluido el candidato opositor Edmundo González Urrutia, quien reivindica su victoria.