La ministra chilena de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry, aseveró que hay una dictadura en Venezuela, pero dijo que el Gobierno de Gabriel Boric mantendrá los servicios consulares en el país.
«El presidente fue muy enfático respecto de la posición de Chile en relación a lo que está ocurriendo en Venezuela. Chile reconoce que es una dictadura, considera que hubo fraude electoral (…) Se retiró nuestro embajador en Venezuela, no por una decisión unilateral de Chile sino que fue motivado por las relaciones y la forma y la forma como Venezuela planteó estas relaciones, (pero) se mantienen las oficinas consulares y los servicios esenciales. En Venezuela existen más de 12.000 chilenos que viven allá”, explicó Etcheverry en una entrevista en el canal 24 de Chile.
Al preguntarle por qué el Gobierno de Boric aún no reconoce a EdmundoGonzález como presidente electo de Venezuela, dijo que no les corresponde a ellos proclamar a presidentes de otros países.
“Lo que nos compete y ha sido la preocupación de este Gobierno es el de visibilizar, reconocer y elevar cada vez más la importancia de la democracia y el respeto de los derechos humanos”, expresó.
Sobre los migrantes, indicó que el proceso de expulsión de migrantes irregulares es prioritario para el Gobierno.
“Tenemos un plan reforzado con la incorporación de tecnología en la frontera, con el empadronamiento biométrico y otros. Como Gobierno necesitamos continuar con estos procesos», añadió.
El pasado 7 de enero, la Cancillería de Chile informó su decisión de poner término a la misión de su embajador en Venezuela, Jaime Gazmuri.
A través de un comunicado difundido en las redes sociales, el Ministerio de Exteriores chileno explicó que la medida responde a «la evolución de los hechos» tras las elecciones celebradas en Venezuela en julio del año pasado, tras las que «Nicolás Maduro ha asegurado que seguirá siendo el presidente de ese país desde el 10 de enero», tras «el fraude electoral perpetrado», según asegura la nota oficial.
En el texto se recuerda que el pasado mes de agosto el personal diplomático chileno fue expulsado de Caracas y que, desde entonces, ha ido en aumento la «falta de apertura», la «agudización de la crisis» y la falta del «desarrollo de un diálogo bilateral efectivo».