El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela «no fueron libres desde el inicio».
En su cuenta de X, Petro destacó que «mantendrán relaciones diplomáticas con Venezuela», aunque aclaró que esto no implica una «legitimación de las elecciones en ese país», las cuales considera «no fueron libres» desde el inicio.
Petro mencionó que la «violación» de un acuerdo por parte de Estados Unidos para levantar las sanciones económicas «impidió que el pueblo votara en libertad». Además, criticó la decisión del Gobierno venezolano de restringir el derecho de «elegir y ser elegida» a la opositora María Corina Machado, lo que, según él, contribuyó a la «falta de condiciones para unas elecciones justas».
En este sentido, Petro reiteró su compromiso con un «diálogo democrático tanto en Colombia como en Venezuela» y denunció la «violación de derechos fundamentales» en ambos países. A pesar de las críticas a las elecciones en Venezuela, el presidente subrayó que las relaciones diplomáticas son «esenciales para unir a los pueblos y garantizar que no sufran por conflictos entre gobiernos».
«Si la humanidad quiere sobrevivir en el planeta, debe convivir en paz», escribió el mandatario.
Asimismo, el presidente colombiano expresó su preocupación por «violencia entre colombianos y venezolanos», instando a la unidad y al respeto mutuo entre los pueblos.
Petro señaló que la «sed de sangre y el conflicto no deben ser la respuesta a las diferencias políticas y culturales», advirtiendo que una guerra entre jóvenes de ambas naciones sería una «estupidez» que dejaría una marca de venganza por generaciones.
El presidente enfatizó que la «paz solo se logra a través de la convivencia de culturas y gobiernos diversos», recordando las lecciones aprendidas por Europa tras la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente, criticó a la extrema derecha colombiana por «romper el principio de autodeterminación de los pueblos y por promover guerras», señalando que «cualquier forma de bloqueo económico o invasión militar es inaceptable».
Estas declaraciones se producen horas después de que el expresidente colombiano Álvaro Uribe propusiera una «intervención internacional» en Venezuela durante su visita el sábado 11 de enero.
«Nosotros pedimos una intervención internacional, preferiblemente avalada por Naciones Unidas, que desaloje a esos tiranos del poder, y convoque de inmediato a unas elecciones libres», manifestó Uribe en un acto de apoyo a la oposición venezolana.