Marco Rubio fue confirmado como secretario de Estado de los Estados Unidos. La votación, que tuvo lugar la tarde de este lunes, marcó un respaldo unánime en el Senado, con un resultado de 99 votos a favor y ninguno en contra. Este nombramiento convierte a Rubio en el primer miembro del gabinete del presidente Donald Trump en recibir la aprobación del Senado.
La confirmación se produjo apenas horas después de que Trump asumiera la presidencia, destacando la rapidez con la que se buscó consolidar su equipo de gobierno. Rubio, quien representó a Florida en el Senado desde 2011 hasta su renuncia el mismo lunes, fue ampliamente elogiado por sus colegas, incluidos varios demócratas, quienes destacaron su experiencia en política exterior y su capacidad para liderar el Departamento de Estado en un momento de desafíos globales.
El nombramiento de Rubio como secretario de Estado simboliza un cambio notable en su relación con Trump. Durante las primarias presidenciales republicanas de 2016, ambos protagonizaron una intensa rivalidad que incluyó intercambios de insultos públicos. Rubio calificó a Trump como un “estafador”, mientras que el entonces candidato lo apodó despectivamente “Little Marco”.
Sin embargo, tras su derrota en las primarias, Rubio se enfocó en fortalecer su perfil en política exterior como miembro destacado del Comité de Inteligencia del Senado, lo que le permitió construir puentes tanto dentro de su partido como con legisladores demócratas.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ya ha designado a la fiscal general del estado, Ashley Moody, para ocupar el escaño que Rubio dejó vacante en el Senado. Moody permanecerá en el cargo hasta que se celebre una elección especial en 2026, según detallaron medios estadounidenses.
Prioridades en política exterior
Durante su audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Rubio delineó su visión para la política exterior de Estados Unidos, destacando a China como el mayor desafío estratégico del siglo XXI. Según consignó CBS News, Rubio describió al Partido Comunista Chino como un adversario “potente y peligroso”, subrayando su capacidad para competir con Estados Unidos en ámbitos tecnológicos, industriales, económicos, geopolíticos y científicos.
Rubio enfatizó que la competencia con China no solo requiere acciones en el ámbito internacional, sino también esfuerzos internos para fortalecer la capacidad industrial de Estados Unidos y reducir la dependencia de cadenas de suministro extranjeras. “Mucho de lo que necesitamos hacer para enfrentar a China está aquí en casa”, afirmó Rubio durante la audiencia.
En cuanto a la guerra en Ucrania, Rubio expresó escepticismo sobre la posibilidad de que las fuerzas ucranianas logren recuperar los territorios ocupados por Rusia desde la invasión de 2022. Rubio sostuvo que la posición oficial de Estados Unidos debería ser buscar el fin del conflicto, una postura que, según él, comparte con Trump. Además, criticó a la administración de Joe Biden por no establecer un objetivo claro para la resolución de la guerra.
“Lo que ha hecho Vladimir Putin es inaceptable, no hay duda de ello, pero esta guerra debe terminar, y creo que debería ser la política oficial de Estados Unidos buscar ese fin”, declaró Rubio.
Experiencia y respaldo bipartidista
Rubio, de 53 años, cuenta con
Durante la audiencia de confirmación, el senador republicano Jim Risch, presidente del Comité de Relaciones Exteriores, calificó la actuación de Rubio como “impecable”. Por su parte, la senadora demócrata Jeanne Shaheen destacó que Rubio está “altamente calificado” para asumir el cargo, según reportó CNN.
Desafíos globales en el horizonte
Rubio asume el liderazgo del Departamento de Estado en un momento de tensiones internacionales significativas. Entre los desafíos más urgentes se encuentran la agresión de China hacia Taiwán, la guerra en Ucrania, la violencia persistente en el Medio Oriente y las relaciones tensas con aliados tradicionales de Estados Unidos.
Trump ha planteado propuestas controvertidas en política exterior, como el uso de la fuerza militar para controlar el Canal de Panamá, la anexión de Canadá como el estado número 51 y la posibilidad de iniciar guerras comerciales con países aliados.
Rubio también defendió la agenda de “Estados Unidos primero” promovida por Trump, asegurando que su prioridad como secretario de Estado será proteger los intereses nacionales. En relación con el Canal de Panamá, Rubio respaldó las preocupaciones de Trump sobre la influencia china en la región, calificándola como un “tema legítimo que debe ser abordado”.