Alejandro Hernández, director del medio venezolano Aldea Global, explica en SEMANA lo que significa la posesión de Donald Trump para su país. Habla del papel de Alex Saab y de las sanciones al sector petrolero.
Por Semana
SEMANA: En su discurso, Donald Trump, no mencionó a Venezuela. ¿Cómo interpreta esa omisión?
Alejandro Hernández: Creo que el presidente Trump estaba haciendo una cosa muy formal y dirigida a sus a sus electores en su discurso. Pero luego en la noche, en la rueda de prensa con periodistas, sí se le preguntó sobre el tema y él aseguró que lo más probable es que no le siguieran comprando petróleo a Venezuela. Dijo que nuestro país era encantador, previo al chavismo, y que fue el chavismo el que lo convirtió en un desastre.
SEMANA: ¿Y qué significa que Estados Unidos no compre petróleo a Venezuela?
Alejandro Hernández: Es muy importante. Hoy la principal empresa petrolera de ellos es Chevron y tiene una licencia de operación en Venezuela. Lo más probable es que esa licencia sea revocada. Marco Rubio también lo dijo en su en sus palabras hace unos días: la operación de Chevron evidentemente le inyecta recursos a la dictadura venezolana y fortalece a Maduro.
SEMANA: ¿Cuál es el estado en este momento de las sanciones a la industria de hidrocarburos?
Alejandro Hernández: El gobierno de Joe Biden flexibilizó mucho el tema de las sanciones que había dejado la administración Trump. En su momento, la Casa Blanca pensó que flexibilizando las sanciones y dándole a Maduro concesiones se lograría que entrara por un camino electoral. Desafortunadamente, lo que hizo Maduro fue burlarse de él y de su buena intención. Hay que evaluar allí qué tanta ingenuidad tuvo la administración Biden a la hora de negociar con el chavismo, porque hubo muchas concesiones muy importantes.
SEMANA: ¿Concesiones como cuáles?
Alejandro Hernández: Una de las más importantes fue la entrega a Venezuela de Alex Saab, un tipo que era clave en la estructura financiera de Maduro y que conocía los secretos de las finanzas y el dinero del régimen. Estuvo preso en Estados Unidos y habría podido ir a un juicio público en el que habría podido dar mucha información. Pero el presidente de Biden le dio una amnistía y lo devolvió a Venezuela.
También excarceló a los sobrinos de la pareja presidencial que habían sido atrapados con toneladas de droga y extraditados a Estados Unidos. Así como al principal sobrino de la familia Flores, Carlos Malpica Flores,quien fuetesorero de Pdvsa. Él estaba sancionado y le eliminaron la sanción. Y bueno, toda esa agenda de flexibilización de las sanciones económicas a empresas como Chevron. En su momento, se justificó en que el régimen le debía millones de dólares a la compañía y esta debía poner recuperarlos.
SEMANA: Pero es claro que Maduro incumplió con su parte del trato con Estados Unidos.
Alejandro Hernández: Maduro se aprovechó y al final terminó robándose las elecciones frente a los ojos de Biden. Maduro cerró filas con las fuerzas militares, con la fuerza judicial, y reprimieron salvajemente, como nunca antes había visto, a la gente que salió a protestar en esta oportunidad. Acabaron con la vida de 27 personas y encarcelaron a casi 2.000, entre ellos una inmensa cantidad de niños y menores de edad.
SEMANA: Usted mencionó a Alex Saab. ¿Cuál ha sido su papel desde que fue nombrado alto funcionario de Nicolás Maduro?
Alejandro Hernández: En este momento, él es el ministro de Industria. Es el que está detrás del negocio de Monómeros. Antes de eso, fue el presidente del Centro de Inversiones Productivas, que es como el cerebro de la economía del país. Por ahí pasan todas las inversiones, empresas extranjeras, las importaciones. Era el puesto que tenía antes Delcy Rodríguez, que es la jefa de las finanzas, por llamarlo de alguna manera, además de la vicepresidenta del país.
Saab fue nombrado flamante ministro de Industria del país y sigue siendo un hombre súper importante en la estructura económica de Maduro y de la familia presidencial. Es el hombre que sabe dónde está el dinero de la familia presidencial. Han sido múltiples las investigaciones que ha hecho Roberto Denis y el portal Armando.info sobre el poder y el alcance que ha tenido este señor, que ha sido el encargado de triangular negocios con Rusia, con China, etc
SEMANA: Marco Rubio fue muy duro con Maduro el Congreso de los Estados Unidos hace unos días. ¿Usted cree que esa es la línea que se mantiene?
Alejandro Hernández: El secretario de Estado,Marco Rubio, habló en el Congreso un ente netamente político. Lo que dijo hace presumir que vendrán acciones de política exterior de Estados Unidos hacia Venezuela en esa línea dura. Pero no hay que olvidar que Donald Trump tiene un carácter impredecible. Grandes medios han basado su análisis en que Trump tiene a Rubio, por un lado, que le va a hacer tener conciencia sobre cómo tratar las dictaduras de América Latina y por el otro, tiene gente ligada al mundo empresarial con intereses petroleros importantes que a lo mejor le pueden sugerir una postura más pragmática
SEMANA: Richard Grenell, enviado de Trump para misiones especiales, aseguró que había hablado con varios funcionarios en Venezuela. ¿Qué se sabe de eso?
Alejandro Hernández: Esos temas son muy herméticos. Él también fue funcionario de la primera administración de Donald Trump y llegó a hablar con Jorge Rodríguez en México. Habrá que ver quién va a ser el verdadero jefe de las relaciones, si Marco Rubio o Richard Grennel. Podría existir cierta descoordinación entre la Casa Blanca y el Departamento de Estado en las relaciones internacionales con países problemáticos, como en este caso es Venezuela, pero uno creería que con el carácter que tiene el presidente Trump habrá una sola línea.
SEMANA: La migración venezolana es una de las más grandes y conmovedoras del mundo. ¿Qué se puede esperar sobre esa población en Estados Unidos?
Alejandro Hernández: Maduro le va a sacar política, le va a sacar provecho político a las deportaciones usando demagogia y populismo. No va a pasar eso de que no permita el regreso de la gente. Maduro no va a retar a Trump en ese sentido. Simplemente, va a recibir a las personas que sean deportadas y con eso va a ser un show político. Él lo ha venido diciendo: que todas las personas que han regresado a Venezuela están bien, están trabajando, emprendiendo. Es experto en dibujar una Venezuela que no existe. Entonces ese tema migratorio le va a servir para hacer su parafernalia política y su politiquería.
Con información de Semana