La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (PE) mantendrá abierta a instancias del PP y Vox una serie de peticiones de varios ciudadanos sobre si España infringió el régimen de sanciones europeo al permitir la entrada en el país de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en 2020, sancionada por la Unión Europea (UE) con la prohibición de acceder a territorio comunitario.
Esta comisión parlamentaria abordó cuatro peticiones de tres ciudadanos españoles y uno portugués sobre si España incumplió el régimen de sanciones comunitario, en las que pidieron además una investigación sobre el caso y que «se le recordaran» a España sus obligaciones como Estado miembro.
Un juzgado de instrucción de Madrid desestimó a finales de 2024 reabrir esta causa, archivada en 2020 al considerar que la zona de tránsito internacional de un aeropuerto español -en la que estuvo la mandataria venezolana en Barajas- no es territorio nacional.
El ciudadano que presentó una de las peticiones, el hispanovenezolano Héctor Colmenares, incidió en que como europeo espera «mucho más» de sus representantes ante un «ilegal gobierno de (Nicolás) Maduro» que, dijo, ya se ha definido «con todos los adjetivos posibles»
La representante del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) que acudió a la comisión de Peticiones señaló, por su parte, que Bruselas no tiene competencia para ejercer «un papel de vigilancia» para que las sanciones se apliquen de forma uniforme y tampoco puede abrir un expediente contra un gobierno concreto «por la aplicación o falta de aplicación de estas medidas restrictivas».
«La ejecución correcta de las sanciones es esencial para asegurar la eficacia y la credibilidad de las medidas europeas, pero también quisiera recordarles que, cuando el Consejo de la Unión Europea decide imponer restricciones a los viajes individuales, son los países miembros los que tienen que aplicar esas medidas sobre todo evitar la entrada o de tránsitos a través de sus territorios de las personas que figuran en la lista», dijo la funcionaria europea.
En el debate posterior de los eurodiputados sólo participaron tres miembros españoles: Antonio López-Istúriz (PP), Sandra Gómez (PSOE) y Hermann Tertsch (Vox). El popular se dirigió a la representante de la diplomacia europea y le preguntó cómo reaccionaría la Unión Europea si el presidente ruso, Vladimir Putin, pisase suelo europeo en Hungría.
«¿Va a ser su respuesta la misma? ¿Va a decir usted que es responsabilidad del Gobierno (húngaro) y que la alta representante, Kaja Kallas, no va a poder hacer nada al respecto?», le cuestionó López-Istúriz, que pidió que si las sanciones son homogéneas las reacciones europeas sean también «iguales para todos los dictadores y regímenes que nos rodean».
«¿Vamos a seguir permitiendo esto? Siendo que el Gobierno español no ha respondido, ¿la Comisión Europea y el Servicio de Acción Exterior van a seguir callados ante este atropello donde ahora todos los dictadores del mundo podrán pasearse por Europa?», insistió.
Desde el PSOE, Gómez instó a «pensar qué es lo que se busca o cuál es el objetivo que hay detrás» de este tipo de peticiones y si sirven para buscar una solución para los venezolanos o para «lanzar grandes discursos grandilocuentes que buscan titulares (…) que buscan ser un arma arrojadiza» contra el Gobierno español.
La socialista recalcó que la posición de la Comisión Europea y del SEAE es «que la competencia para establecer sanciones es de los gobiernos» y recordó que su grupo europeo se sumó la semana pasada a una nueva resolución parlamentaria para condenar a Maduro «por su intento de permanecer en un Gobierno ilegítimamente» y por la fuerza y expresar un apoyo inequívoco a Edmundo González como el ganador de las elecciones venezolanas.
Desde las filas de Vox, Hermann Tertsch transmitió a los ciudadanos que habían planteado la queja que «pierdan toda esperanza en que se resuelva o haya cualquier tipo de avance por parte por parte de las autoridades europeas hasta que no caiga el régimen de Maduro y se vean papeles o hasta que caiga el Gobierno de España», al que consideró «el otro implicado en esto».
«Son los dos socios y cada vez son más uno en cuanto a sus intereses. Delcy Rodríguez es precisamente el símbolo de esa unión entre el régimen criminal narcotraficante asesino, la dictadura de Maduro, y el Gobierno de Sánchez y sus enormes intereses en Venezuela», dijo Tertsch, que opinó que la reacción del SEAE está aún marcada por la impronta del predecesor de la actual jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas, el español Josep Borrell.
EFE