El ministro de Defensa, Iván Velásquez, presentó su renuncia irrevocable al cargo, según confirmó Caracol Radio. Aunque inicialmente su dimisión se enmarcaba dentro de la solicitud protocolaria de Gustavo Petro a todo su gabinete, el funcionario decidió apartarse definitivamente del puesto, convirtiéndose en el quinto ministro en salir del Ejecutivo en medio del cuarto ajuste ministerial del actual gobierno.
Su renuncia coincide con una serie de cambios en la cúpula militar, entre ellos la salida del general William René Salamanca de la dirección de la Policía Nacional, lo que marca un punto clave en la reestructuración del equipo de gobierno. En los últimos días, Petro ha enfrentado diversas crisis internas y una seguidilla de renuncias en su gabinete.
Entre los altos funcionarios que han dejado sus cargos recientemente se encuentran el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo; la ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad; la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez; el ministro de Cultura, Juan David Correa; y el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Jorge Rojas. Estos cambios se aceleraron tras el tenso consejo de ministros del 4 de febrero, transmitido en televisión nacional, donde quedaron en evidencia las fracturas dentro del Ejecutivo.
Velásquez, quien asumió el Ministerio de Defensa desde el inicio del gobierno Petro, jugó un papel clave en la estrategia de seguridad del país. Su salida ocurre en un momento en que Colombia enfrenta desafíos en materia de orden público y relaciones internacionales.
Mientras las renuncias se acumulaban, el presidente emprendió un viaje oficial a Oriente Medio, lo que ha intensificado las críticas hacia su liderazgo. Petro partió el domingo por la noche hacia Dubái para participar en la Cumbre Mundial de Gobiernos y, posteriormente, realizará una visita oficial a Catar. Analistas y sectores políticos han cuestionado su ausencia en un momento de turbulencia interna, argumentando que el país requiere su presencia.
Uno de los críticos más destacados ha sido el exministro de Educación, Alejandro Gaviria, quien afirmó que Petro representaba para muchos la esperanza de una transformación, pero que los recientes acontecimientos han llevado a muchos a “despedirse de sus ilusiones” ante lo que describió como una “debacle del Gobierno”.
En respuesta, el presidente defendió su gestión a través de la red social X, asegurando que no existe otra alternativa más que “vencer” y reafirmando el compromiso de su gabinete con el cumplimiento de su programa de gobierno.
La crisis en el Catatumbo, un factor determinante
Hace tres semanas, Velásquez había descartado la posibilidad de renunciar, en medio de la grave crisis humanitaria que afecta a la región del Catatumbo, en el noreste del país.
En su momento, según La W, el ministro reiteró su compromiso con el fortalecimiento de las Fuerzas Militares y la implementación de estrategias para recuperar el control del territorio, donde los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las Farc han agravado la situación de seguridad.
Como parte de esos esfuerzos, Velásquez sostuvo una reunión con su homólogo venezolano, el general Vladimir Padrino López, en San Cristóbal, Venezuela. El encuentro tuvo como objetivo coordinar acciones conjuntas para combatir a los grupos armados que operan en la frontera colombo-venezolana, en particular al ELN y las disidencias del Frente 33 de las Farc, responsables de violentos enfrentamientos que han desplazado a más de 36.000 personas.
Velásquez destacó la disposición del gobierno venezolano para colaborar en la captura de miembros del ELN que utilizan el territorio vecino como refugio. Durante la reunión, ambos funcionarios discutieron la posibilidad de realizar operaciones especiales conjuntas y fortalecer la comunicación entre los mandos militares y policiales de ambos países.
Sin embargo, la crisis en el Catatumbo continuó escalando. La región, con cerca de 44.000 hectáreas de cultivos de coca, se ha convertido en un epicentro de disputa entre el ELN y las disidencias de las Farc, afectando gravemente a la población civil.
Los constantes enfrentamientos, los desplazamientos masivos y las advertencias de la Defensoría del Pueblo sobre la grave crisis humanitaria terminaron por debilitar la posición del ministro.
A pesar de sus esfuerzos por recuperar el control en la zona, la realidad demostró ser aún más compleja. Finalmente, la crisis de seguridad en el Catatumbo se convirtió en un factor clave que, sumado a las tensiones dentro del Ejecutivo, contribuyó a su salida del gabinete.
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