La policía boliviana está a la espera de que el expresidente Evo Morales se aleje de su feudo y búnker político en Cochabamba para poder ejecutar la orden de aprehensión dictada en su contra por los presuntos delitos de violencia sexual contra menores y trata de personas.
Así lo afirmó el ministro del Interior, Eduardo Del Castillo, que destacó que la policía ya recibió la «orden operativa» para proceder a la captura del ex jefe de Estado (2006-2019) pero «estamos esperando que abandone esa región».
Desde el inicio de la investigación en su contra, en octubre, Morales permanece casi exclusivamente en la región de Cochabamba, bastión político y sindical del líder de los cocaleros, donde según las autoridades vive protegido por una estrecha red de seguridad formada por miembros de la comunidad rural local.
El pedido de detención de Morales fue emitido por el juez de la audiencia preliminar del tribunal de Tarija luego de que el expresidente ignorara por segunda vez en enero la citación ante el magistrado para responder a los cargos que se le imputan.
Morales está bajo investigación por una supuesta relación íntima con una activista de 15 años de un movimiento juvenil con quien tuvo un hija en 2016. El expresidente denuncia el proceso en su contra como parte de una conspiración urdida en su contra por el actual jefe de Estado y su ex hombre de confianza, Luis Arce, para impedirle postularse para un nuevo mandato presidencial. (ANSA).
año pasado, el viceministro de Régimen del Interior y ex comandante general de la Policía, Jhonny Aguilera, dijo que había un “anillo de seguridad” conformado por comunarios para evitar la captura de Morales.
“El señor Evo Morales puede salir las veces que sea necesario del Trópico de Cochabamba.Estamos esperando que salga de esa región”, manifestó Del Castillo, dando a entender que no habrá una intervención en el Trópico de Cochabamba.
Hasta el 27 de octubre, Morales se movía entre diferentes localidades en la región cocalera. Sin embargo, ese domingo cuando se trasladaba a la radio donde emite su programa fue interceptado por un operativo policial que disparó contra las vagonetas en las que se trasladaba e hirió a uno de sus choferes, en una acción que el líder cocalero calificó como un “intento de asesinato”. El Gobierno, admitió la balacera pero la atribuyó a que la comitiva del ex presidente se saltó un retén policial de rutina, atropelló a un agente y abrió fuego contra los vehículos oficiales.
Según el ministro Del Castilo, Morales buscará generar conflicto y heridos si intentan detenerlo. “Está buscando que un efectivo de la Policía pierda la vida o alguno de sus simpatizantes. No vamos a caer en ese tipo de provocaciones, ya tenemos la orden de operaciones y solo estamos esperando el momento y lugar para dar requerimiento a lo que emitió la Justicia”, señaló.
El caso que se investiga
El ex presidente fue imputado por trata de personas por haber presuntamente embarazado a una menor de edad el año 2016. La supuesta víctima, que entonces tenía 15 años, formaba parte de una organización juvenil del partido denominada “Generación Evo”.
Según documentación de la Fiscalía, la joven habría dado a luz a una niña el año 2016 a la que registró como hija de Evo Morales en un registro civil de la localidad de Yacuiba, fronteriza con Argentina. Por este caso están siendo investigados los padres de la joven, a quienes se acusa de haber actuado en complicidad para obtener favores políticos.
Morales fue convocado dos veces a declarar -el 10 de octubre y el 14 de enero- pero no asistió. “Ni que fuera tonto para entregarme”, manifestó días después en su programa radial.
Ante su inasistencia en enero, el juez Nelson Rocabado determinó declararlo en rebeldía, dictar su arraigo, congelar sus cuentas, anotar sus bienes y emitir una nueva orden de aprehensión, que está vigente actualmente.