Las adversidades de los migrantes venezolanos no terminan en la selva del Darién, mucho menos en el río Bravo. El “sueño americano” de dos jóvenes zulianos se convirtió en una pesadilla cuando después de lograr entrar a Texas fueron apresados y enviados al Centro de Detención de Guantánamo, en Cuba.
La prisión militar de máxima seguridad había sido destinada por el presidente Donald Trump para aquellos migrantes acusados de pertenecer al Tren de Aragua o de haber cometido graves delitos en suelo norteamericano. Tal discurso genera dudas al analizar el perfil de los dos marabinos aprehendidos.
Jhoan Bastidas, de solo 25 años, creció en la urbanización San Jacinto, Maracaibo, y migró con su madre a Colombia cuando tenía 16. Trabajando como constructor pasaron los años y llegaron necesidades familiares que lo llevaron a decidir aventurarse a buscar calidad de vida en Estados Unidos.
“Yo me lo llevé a los 16 años a Colombia, luego yo me regresé a Venezuela. Estando yo aquí y él en Colombia y me dice mami voy a migrar. A mi madre (la abuela de Jhoan) le dio un ACV y en vista de la situación, que aquí no teníamos para los pañales ni las medicinas, él tomó esa decisión”, dijo con remordimiento la madre de Jhoan Bastidas en un vídeo compartido en redes sociales.
Así fue como el joven llegó a la frontera de México y Estados Unidos, donde fue detenido por Migración y, para el 19 de diciembre, todo parecía avanzar a su favor.
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“Él estaba en el refugio de El Paso desde el 17 de octubre del año pasado y me dijo que lo tenían bajo investigación por los tatuajes. Pero, el 19 de diciembre me llamó muy contento diciendo que ya habían llamado a su hermano y que lo iban a soltar”, explicó la marabina.
De acuerdo con la progenitora, Jhoan tenía a un hermano en Estados Unidos apodado “Joe”, quien lo recibiría tras ser liberado.
La mujer asegura que los agentes de migración “lo relacionan a él con el Tren de Aragua por dos tatuajes que son una corona y otro de unas estrellitas”. No obstante, resalta que Bastidas no tiene antecedentes penales, ni en Venezuela ni en su estadía en Colombia.
La madre asegura que, para el 4 de febrero, todo parecía indicar que con las políticas antimigratorias de Trump, Jhoan sería candidato a ser repatriado.
Después de esa fecha la progenitora no supo más de su hijo hasta que se enteró en redes sociales de los traslados a Guantánamo, donde reconoció en un vídeo el rostro de su hijo entre los reclusos.
“Estoy desesperada. Ahora lo que me consigo es que pasan unas imágenes donde mi hijo está siendo trasladado a Guantánamo como si fuera un criminal y mi hijo no ha hecho nada. Yo sé que dirán que para todas las madres su hijo es inocente. ¡Pero es que mi hijo siempre trabajó en construcción y lavando carros! Él nunca se ha portado mal”, reclamó la mujer.
Y agregó: “Yo le pido a todos los presidentes por favor que intercedan, averigüen sus documentos, porque él no tiene ningún expediente de criminal, él es un joven sano”.
Jhoan no es el único
De acuerdo con el relato de la madre de Jesús Miguel Prado, otro joven zuliano que había entrado a Estados Unidos por la frontera con México, el caso de Jhoan Bastidas no es el único en el que un venezolano sin antecedentes penales ha sido tildado de miembro del Tren de Aragua.
“Mi hijo se va a presentar a la corte de su cita y lo agarran. El 4 de febrero me llama y me dice mami me van a deportar a Venezuela, están esperando que lleguen los aviones, me tienen aquí en la frontera de El Paso. Los aviones llegaron el lunes y desde ahí no se ha vuelto a comunicar conmigo y yo estoy desesperada”, relató la progenitora en una denuncia hecha en redes sociales.
Al igual que en el caso Bastidas, la mamá de Jesús Miguel se enteró de que su hijo estaba en Guantánamo al ver las fotografías de los detenidos. También corroboró la información en un listado de 53 venezolanos trasladados a la prisión cubana publicado esta semana por The New York Times.
“Ahora busco la lista de los enviados a Guantánamo y ahí está el nombre de mi hijo (…) Como madre me encuentro desesperada porque a mi hijo lo enviaron a la cárcel involucrándolo con los del Tren de Aragua, cuando mi hijo es del Zulia, de Maracaibo, y no tiene nada que ver con esa gente”, dijo con gran preocupación.
La madre explicó que Jesús Miguel, nativo de la Tierra del Sol Amada, tiene dos hijas pequeñas y había residido en Chile durante un tiempo, siendo esta su primera opción para migrar. Luego, decidió intentar con “el sueño americano” hasta que este se vio trucado con su detención.
“Mi hijo no es ningún delincuente. Su único delito fue entrar de manera ilegal a Estados Unidos, yo tengo sus antecedentes penales. Mi hijo no es un muchacho malo. Por favor, les pido, ayúdenme con mi hijo”, expresó con desespero.
Como Jhoan y Jesús Miguel hay más nombres de venezolanos que defienden su inocencia y aseguran estar desvinculados del Tren de Aragua, como Yoiker David Sequera, Tilson Gómez y Luis Alberto Castillo, cuyos familiares alegan que las autoridades norteamericanas han cometido errores al identificarlos como presuntos criminales.