Gustavo Petro ha nombrado este lunes a Armando Benedetti ministro de Interior de Colombia. El presidente no ha cedido a las presiones de otros ministros y asesores que se negaban a compartir gabinete con Benedetti. La negativa de Petro a deshacerse de él provocó hace dos semanas una crisis en el Gobierno y la dimisión de más de 25 altos cargos.
Se quejan de que Benedetti arrastra varios procesos judiciales y una denuncia por violencia de género de su tiempo como embajador. Petro ha asegurado que se merece una segunda oportunidad y que confía en él para sacar adelante las reformas que en estos dos años y medio el Congreso le ha echado atrás.
La oposición a este nombramiento ha sido grande, pero también hay un sector que considera que nadie mejor que Benedetti para liderar el Gobierno en este momento turbulento, aunque no lo dice públicamente.
El presidente se ha quejado de que sus ministros apenas han cumplido las promesas de campaña y de que algunos de ellos se han dedicado al tiempo a prepararse para ser candidatos presidenciales en 2026. Benedetti, como jefe de campaña en 2022, fue fundamental para que Petro ganase las elecciones. Ahora volverá a estar a su lado para empujar el cambio que tanto ansía el presidente.
El ministro de Interior se dedica a negociar con los otros partidos las votaciones de las reformas y de la relación con alcaldes y gobernadores. Benedetti triunfará si logra sacar adelante la reforma a la Salud, que crea mucha crispación en la oposición, y si logra que se vote la reforma Laboral.
El presidente cree que no se ha rodeado bien en este tiempo y que necesitaba un golpe de timón. Ese giro se llama Benedetti. Hace tres meses llegó como asesor a Casa de Nariño, después de su estadía en Roma como embajador ante la FAO y un proceso de rehabilitación de adicciones. Su entorno asegura que se encuentra sobrio y centrado en el trabajo y la familia. “Es otro Armando”, dicen.