Un incendio voraz desafió esta semana a equipos de emergencia en el Parque Nacional Henri Pittier, un pulmón verde entre Aragua y Carabobo que resiste las llamas. El Ministerio de Ecosocialismo confirmó que el fuego consumió unas 600 hectáreas de pastizales, aunque las zonas boscosas permanecieron a salvo hasta este viernes 28 de febrero.
La magnitud del siniestro movilizó a bomberos, funcionarios y voluntarios en una batalla que puso a prueba la capacidad de respuesta ante una amenaza de origen humano.
El ministerio detalló en una nota de prensa que las labores para extinguir el incendio arrancaron el martes, tras detectarse su inicio. «Ya se están haciendo las investigaciones pertinentes del caso», señaló el ministro Ricardo Molina. La institución apuntó a causas humanas como el desencadenante, una denuncia que abrió la puerta a un análisis más profundo sobre la responsabilidad detrás del desastre ambiental.
Cientos de personas se sumaron al esfuerzo por contener las llamas. El reporte oficial destacó que bomberos forestales, guardaparques, miembros de Protección Civil, militares y voluntarios trabajaron hombro a hombro para evitar que el fuego avanzara más allá de los pastizales. La coordinación entre estos grupos logró un control parcial, aunque las autoridades evitaron declarar el incendio como totalmente apagado.