El ex congresista Lincoln Díaz-Balart falleció el lunes, 3 de marzo, en Miami tras una larga enfermedad.
“Su amor por Estados Unidos, y su incansable compromiso con la causa de una Cuba libre, guiaron a Lincoln a lo largo de su vida y sus 24 años de servicio público electo, incluyendo 18 años en la Cámara de Representantes de Estados Unidos,” dijo su hermano, el congresista Mario Díaz-Balart.
Nacido en La Habana en 1954, Lincoln representó a la comunidad cubana e inmigrante en la Legislatura de la Florida y en el Congreso federal.
“Como congresista en Estados Unidos y su vida como servidor público demostró su decencia, firmeza y compasión,” dijo Ninoska Pérez-Castellón, periodista cubanoamericana. “Honró el nombre de Cuba en todo momento. Es una gran pérdida para el exilio pero mayor pérdida para Cuba que perdió a uno de sus mejores hijos.”
Desde 1986 hasta 1989 Lincoln sirvió en la Cámara de Representantes de la Florida y en el senado de la Florida de 1989 a 1992. Fue electo en 1993 al Congreso federal. Durante su desempeño en el Congreso abogó por los refugiados políticos e inmigrantes legales, el mantenimiento de sanciones contra el régimen de Cuba y por la libertad y la democracia en la isla.
Patrocinó la Ley de 1996 que codificó el embargo comercial existente al régimen de La Habana. Su voz fue clave en causas y temas relativos a Cuba, como el financiamiento de Radio y Televisión Martí, la denuncia del derribo por militares cubanos de avionetas civiles de Hermanos al Rescate en 1996 y en el caso del niño balsero Elián González en 1999.
“Su amor por el pueblo cubano y su libertad fueron constante y abundante desde la codificación de las medidas de libertad que exigen la democracia y libertad para cuba hasta su compromiso con ayudar a los cubanos que tocaban suelo de libertad,” dijo Ana Carbonell, que estuvo al frente del despacho de Lincoln durante 20 años.
Luego de su retiro como congresista en 2011 dio impulso a la organización Instituto La Rosa Blanca, fundada por su padre en 1959 para luchar por la libertad de Cuba.
A Lincoln lo sobreviven su esposa de 48 años, Cristina, su hijo Daniel y su nuera Estefanía, sus queridos nietos Lincoln Daniel y Edwin Rafael, sus hermanos Rafael, José y Mario, y sus esposas, Elba, Brenda y Tía. Lincoln fue precedido en la muerte por su amado primer hijo, Lincoln Gabriel.
Pronto será anunciada una Misa de Recordación Pública.