El presidente de Colombia, Gustavo Petro, propuso este lunes una comisión internacional para hacer un balance sobre la violencia de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la región del Catatumbo, que ha dejado al menos 71 muertos y más de 50.000 desplazados desde el 16 de enero.
«La oleada de violencia tiene en este momento 71 muertos mal contados, porque sabemos que el ELN ha enterrado en fosas comunes. El balance tendría que hacerse, ojalá, con una comisión internacional, de Naciones Unidas, independiente, sobre la violación del derecho internacional humanitario (DIH) en el Catatumbo una vez estabilicemos la zona», expresó el mandatario en un consejo de ministros televisado y transmitido por redes sociales.
El presidente colombiano, anunció, además, un plan de «transformación social y económica» en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, azotada por la violencia guerrillera y donde el ELN liberó horas antes a 22 secuestrados.
El nuevo plan regional llega en medio de un estado de «conmoción interior» vigente desde enero en esa región, y contempla una inversión de 2,7 billones de pesos (unos 670 millones de dólares) con el fin de erradicar unas 25.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca.
«Si la paz consiste en transformar el territorio excluido, el Catatumbo (…) está inmerso en una de las regiones más grandes en cultivo de coca», dijo Petro en un consejo de ministros televisado, y subrayó que hay más de 50.000 hectáreas sembradas en esa región, la mitad en el municipio de Tibú, departamento de Norte de Santander (noreste).
Petro también acusó al ELN de desocupar zonas de la región del Catatumbo, donde ese grupo se enfrenta al Frente 33 de las disidencias de las FARC, para «introducir otros habitantes» y «controlar esos territorios».
La guerrilla, explicó Petro, «decidió expulsar a 55.000 personas de zonas cultivadoras de coca» para «ocuparlas con población ajena al territorio, pero súbditas a las armas del ELN», grupo al que llamó un problema de «soberanía nacional».
«Son problemas de soberanía nacional y es un problema también de derecho internacional humanitario. La decisión de este Gobierno es recuperar la frontera y las fronteras en general», expresó el mandatario.
La crisis del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, se agravó el pasado 16 de enero con una ofensiva del ELN contra el Frente 33 de las disidencias de las FARC, con el que se disputa el control territorial y el negocio del narcotráfico en esa zona del noreste de Colombia.
«La estrategia que trazamos, porque reconocemos que hay un peligro de soberanía nacional inminente en este lugar del país, es que los decretos de conmoción (interior, declarada el mes pasado) nos ayuden a superar la emergencia. Control político y social de la frontera», agregó Petro hoy.
El plan también incluye «pagos por erradicación voluntaria de cultivos» de coca, titulación de tierras, proyectos de sustitución, comercialización de productos agrícolas y una carretera con conexión al resto del país, anunció el mandatario izquierdista.
Parte del plan se financiará con nuevos impuestos a los juegos de azar en línea, con lo que se espera recaudar unos 240 millones de dólares, así como gravámenes adicionales a la venta y extracción de carbón y petróleo y a transacciones bancarias, explicó el ministro de Hacienda, Diego Guevara.
La guerrilla del ELN busca consolidar su control en esa región fronteriza, una zona clave para los negocios ilegales como el narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión y el robo de petróleo, con los que se financia.
El 16 de enero, ese grupo atacó en el Catatumbo a la población civil y a sus enemigos del llamado frente 33, una disidencia de la guerrilla FARC que no firmó la paz en 2016.
El presidente Gustavo Petro suspendió los diálogos de paz con el ELN que habían iniciado a finales de 2022 y ordenó a las fuerzas militares recuperar el control en la frontera.
EFE