La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos respaldó, este miércoles 5 de marzo, la orden de un juez federal de rechazar la orden del presidente Donald Trump de congelar dos mil millones de dólares a organizaciones de ayuda internacional de Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
La corte, de mayoría conservadora y que votó cinco votos a favor y y cuatro en contra, exigió que se hiciera el pago a los contratistas, pero no exigió el pago inmediato.
El juez Amir Ali dictó, el mes pasado, la prohibición de «suspender, pausar o impedir de otro modo» los fondos de ayuda exterior. Los magistrados conservadores John Roberts, presidente de la Corte Suprema, y Amy Coney Barrett, designada por Trump, votaron a favor de la medida junto a los tres jueces liberales de la sala.
Los jueces dijeron que el juez federal que ordenó la reanudación de los pagos por contratos con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Departamento de Estado «debería aclarar qué obligaciones debe cumplir el gobierno».
Los conservadores John Roberts, presidente de la Corte Suprema, y Amy Coney Barrett, designada por Trump, votaron con los tres jueces liberales de la Corte Suprema de nueve miembros.
El juez Samuel Alito escribió un voto en contra al que se sumaron los otros tres jueces conservadores.
«¿Tiene un solo juez de un tribunal de distrito que probablemente carece de jurisdicción el poder sin control para obligar al gobierno de los Estados Unidos a pagar (y probablemente perder para siempre) 2.000 millones de dólares de los contribuyentes?», escribió Alito.
«La respuesta a esa pregunta debería ser un rotundo ‘no’, pero la mayoría de esta Corte aparentemente piensa lo contrario. Estoy atónito», dijo.
El juez de distrito Amir Ali, designado por el expresidente Joe Biden, emitió una orden de restricción temporal el mes pasado que prohíbe a la administración Trump «suspender, pausar o impedir de otro modo» los fondos de asistencia extranjera.
Trump ha lanzado una campaña liderada por su principal donante Elon Musk para reducir o desmantelar sectores del gobierno estadounidense.
Uno de ellos fue USAID, la principal organización para distribuir la ayuda humanitaria estadounidense en todo el mundo con programas de salud y emergencia en alrededor de 120 países.
Trump dijo que USAID estaba «dirigida por lunáticos radicales» y Musk la ha descrito como una «organización criminal» que necesita ser «pasada por la trituradora de madera».