Un niño de tan solo dos años perdió la visión de su ojo izquierdo luego de que una persona con herpes labial lo besara.
El infante, identificado como Juwan, vive en en Namibia y el caso generó gran impacto, al tiempo que sirvió como un llamado de alerta sobre los riesgos de este virus en la salud ocular.
Todo comenzó hace siete meses, cuando el pequeño presentó una infección en el ojo que no mejoraba a pesar del tratamiento con antibióticos. Su madre, Michelle Saaiman, no imaginaba que la causa del problema podía ser el virus del herpes simple (HSV).
Conforme la condición del niño empeoraba, los médicos determinaron que el herpes había provocado daños irreversibles en la córnea, lo que afectó severamente la sensibilidad del ojo hasta el punto de perder por completo la visión de ese lado.
Consecuencias graves y riesgo de perder el ojo
La progresión de la enfermedad ha sido alarmante. La falta de sensibilidad ocular hizo que el cerebro del pequeño dejara de reconocer el ojo afectado, provocando sequedad extrema y la formación de un agujero de 4 milímetros en la córnea.
Esta complicación ha obligado a sus padres a someterlo a múltiples tratamientos para evitar la pérdida total del ojo y controlar las constantes infecciones que han surgido como consecuencia de la condición.
El caso de Juwan ha servido como advertencia para que los padres extremen precauciones con el contacto físico de sus hijos y tomen en cuenta los riesgos que puede representar un virus aparentemente inofensivo.
Con información de Al Navío