La estatal Unión Eléctrica (UNE) anunció este lunes apagones durante toda la jornada en Cuba, cortes que llegarán a afectar de forma simultánea a más del 41 % del país en el horario de mayor demanda, en la tarde noche.
Este elevado nivel de afectaciones vuelve a situarse en los valores medios de los últimos días luego del apagón nacional que sufrió la isla este viernes por la tarde y que dejó sin flujo eléctrico durante gran parte del fin de semana a la mayoría de los cerca de 10 millones de cubanos.
La situación ha ido reconduciéndose de forma gradual a lo largo del sábado y el domingo, con la reincorporación al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de varias centrales termoeléctricas y la extensión de las áreas con corriente, aunque quedan bolsas sin flujo eléctrico (tres de las 15 provincias del país suspendieron por ese motivo las clases este lunes).
Este apagón nacional es el cuarto que sufre Cuba en menos de seis meses y evidencia la grave crisis energética en que se encuentra la isla, un problema sin soluciones fáciles ni a corto plazo.
En febrero de este año se registró la mayor tasa de déficit en lo que va de 2025 -y en al menos los últimos dos años-, con el 57 % del país a oscuras a la vez, por lo que el Gobierno ordenó suspender las clases y las actividades laborales por dos días.
La UNE, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas, prevé para esta jornada una capacidad máxima de generación eléctrica de 1.995 megavatios (MW) en el horario «pico» en la tarde-noche, para una demanda que prevé que alcance los 3.280 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.285 MW y la afectación real -los circuitos que se desconectarán preventivamente para evitar un apagón desordenado- alcanzará los 1.335 MW en el momento de mayor consumo.
La UNE informó sobre averías y mantenimientos en ocho de las 20 unidades de producción termoeléctrica (distribuidas en siete centrales). Además, un número indeterminado de motores de generación distribuida están fuera de servicio por falta de combustible (fueloil y diésel).
Éstas son las principales causas de los prolongados apagones diarios en Cuba, según ha explicado el Gobierno cubano: las frecuentes averías en las obsoletas centrales termoeléctricas, con décadas de explotación y un déficit crónico de inversiones, y la falta de combustible, porque el Estado carece de divisas para importar el necesario.
Expertos independientes explican que la crisis energética se debe a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959. El Gobierno cubano destaca por su parte los efectos en este sector de las sanciones estadounidenses.
Según diversos cálculos independientes, el Gobierno cubano precisaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), una inversión fuera de su alcance. Y cualquier solución sería posible tan sólo a largo plazo.
Los frecuentes apagones lastran la economía cubana, que se contrajo un 1,9 % en 2023 y no creció el año pasado, según estimaciones del propio Gobierno. Según esas cifras, el PIB de la isla sigue por debajo de los niveles de 2019 y no lo superará este 2025, para el que el Ejecutivo prevé un avance del 1 %. (