El dólar paralelo en Venezuela ha cruzado un nuevo umbral histórico al superar los 100 bolívares por dólar, según reportes de plataformas como Monitor Dólar Venezuela. Este hito, registrado en las primeras horas de este miércoles, marca un acelerado deterioro del valor del bolívar y refleja las crecientes presiones económicas que enfrenta el país.
Ayer, 25 de marzo, la cotización del dólar paralelo cerró en 95,60 bolívares, tras iniciar el día en 92,75, mostrando una tendencia al alza que finalmente rompió la barrera psicológica de los 100 bolívares en el mercado informal. Mientras tanto, el dólar oficial, establecido por el Banco Central de Venezuela (BCV), se mantiene rezagado, cotizándose en 68,39 bolívares, lo que amplía la brecha entre ambas tasas a más del 46%.
Economistas señalan que este incremento responde a múltiples factores, incluyendo la incertidumbre política, la inflación persistente y las recientes sanciones internacionales que afectan la comercialización de hidrocarburos venezolanos. “El salto del dólar paralelo es un reflejo de la desconfianza en la economía y la falta de medidas efectivas para estabilizar el bolívar”, afirmó un analista local.
El impacto en la población es innegable. Con un salario mínimo estancado en 130 bolívares desde 2022 –equivalente ahora a menos de 1,30 dólares al cambio paralelo–, los venezolanos ven cómo su poder adquisitivo se evapora. Comercios formales e informales ajustan sus precios a esta tasa, disparando el costo de bienes básicos y profundizando la crisis económica.
El gobierno, que en el pasado calificó al dólar paralelo como “criminal” y prometió “pulverizarlo”, aún no ha emitido declaraciones oficiales sobre este nuevo récord. Mientras tanto, la ciudadanía recurre cada vez más a estrategias como el uso de divisas extranjeras o criptomonedas para protegerse de la devaluación.
Este acontecimiento reaviva el debate sobre la necesidad de políticas económicas urgentes para frenar la depreciación del bolívar y mitigar el impacto en la calidad de vida de los venezolanos, en un contexto de creciente dolarización informal y desafíos estructurales.