El exalcalde de Caracas Antonio Ledezma acusó al régimen de Nicolás Maduro de «ejercer el terrorismo de Estado castigando con sangre a la oposición venezolana”.
En un artículo de opinión titulado “El rostro del terror”, refirió que las organizaciones de derechos humanos Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU han documentado que Maduro ejerce el terrorismo de Estado.
“Una maquinaria de represión que tortura, desaparece y asesina sin piedad a quienes osan desafiarlo”, escribió Ledezma.
El dirigente político dijo que sabe lo que significa para un político estar preso y recordó los días que estuvo en la cárcel militar de Ramo Verde, ubicado en Los Teques, capital del Estado Miranda, al este de Caracas.
Ledezma fue detenido en febrero de 2015 cuando ejercía la Alcaldía Metropolitana de Caracas por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Militar. Un año después le dan casa por cárcel, hasta que en noviembre de 2017 logra escapar.
En su escrito, Ledezma señala que en los últimos diez años, al menos 20 presos políticos venezolanos “han muerto en las cárceles” en referencia a las denuncias del Comité por la Libertad de los Presos Políticos y otras ONG.
“Estos no son números fríos; son historias de vidas arrancadas por torturas brutales, tratos inhumanos y la deliberada negación de atención médica”.“Hombres y mujeres q
ue, por alzar la voz contra la tiranía, fueron condenados a perecer en celdas oscuras, olvidadas por un sistema judicial cómplice”, agregó.
Ledezma citó el caso de Salvador Franco, un indígena pemón que murió en 2021 en El Rodeo II, consumido por tuberculosis y desnutrición “tras meses de súplicas ignoradas por traslado médico”.
También el caso de Pedro Pablo Santana, un ganadero fallecido en 2020 bajo arresto domiciliario, su cuerpo quebrado por enfermedades agravadas en cautiverio.
En la lista, Ledezma señaló las muertes del concejal Fernando Albán; del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo; del joven de 20 años Juan Pablo Pernalete quien falleció por el impacto de una bomba lacrimógena durante una protesta en Caracas.
“David Vallenilla, 22 años, fue ejecutado por un sargento frente a una base militar; Bassil Da Costa, asesinado en 2014 por un disparo en la cabeza; Neomar Lander, 17 años, murió en 2017 por el impacto de una lacrimógena”, añadió.
“No podemos olvidar a Franklin Brito, un agricultor que, tras años de lucha contra la expropiación de sus tierras, murió en 2010 tras una huelga de hambre que el régimen ignoró con desprecio”.
“O a Óscar Pérez, el exinspector que desafió a Maduro con un helicóptero en 2017 y fue masacrado junto a su equipo en 2018, en una operación transmitida en vivo que mostró la brutalidad sin límites de Nicolás Maduro”.
Veredicto internacional
Ledezma señaló que la Misión Independiente de la ONU, en su informe de 2020, “sentenció que estos crímenes son parte de un patrón sistemático de violaciones a los derechos humanos, ordenado desde las más altas esferas del poder”.
Más de 15.000 detenciones políticas desde 2014, según Foro Penal, y cientos de casos de tortura documentados por Provea en 2019, pintan un cuadro dantesco, refirió el dirigente político.
Ledezma recordó que la Corte Penal Internacional investiga a Maduro y a su cúpula por crímenes de lesa humanidad.