La opositora venezolana Delsa Solórzano señaló este lunes que la restricción de viajes a Estados Unidos desde siete países, entre ellas la nación caribeña, es «confusa» y genera «incertidumbre», por lo que pidió que se revoque esta «medida gravosa».
«La resolución en cuestión es confusa y genera incertidumbre. Esperamos no solo una aclaratoria sobre sus términos y alcances reales, sino también que se revoque esta medida gravosa», señaló la exdiputada en un mensaje publicado en X.
Solórzano indicó que esta medida, que entró en vigor este lunes, impide que «miles de venezolanos» puedan viajar a visitar a sus familiares, realizar «actividades lícitas» y luego volver a Venezuela o al país donde viven.
«Millones de compatriotas se han visto obligados a abandonar el país. Criminalizar esta realidad, o incluso la nacionalidad misma, no solo constituye una violación de los derechos fundamentales, sino que en ningún caso contribuye a la democracia ni la libertad de los pueblos. Por el contrario, representa una revictimización evidente», añadió.
La dirigente política sostuvo que hay «seres humanos buenos y malos, honestos y deshonestos, pero esas características no dependen de la nacionalidad».
«Quien haya cometido una falta debe responder por ella a título individual. No se puede castigar a todo un país», apostilló.
Solórzano dijo que más allá del derecho a la soberanía nacional y a las decisiones autónomas de cada país, es «importante recordar que el respeto a los derechos humanos es universal».
La decisión anunciada el miércoles pasado por el presidente estadounidense, Donald Trump, de prohibir los viajes a EE.UU. desde 12 países, incluido Haití, y de restringir la entrada de ciudadanos de otras siete naciones, entre ellas Cuba y Venezuela, entró en vigor hoy.
El nuevo decreto presidencial prohíbe la entrada a Estados Unidos de los ciudadanos de 12 países: Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
A su vez, restringe el acceso al país norteamericano de los connacionales de otros siete: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
La proclamación contempla varias excepciones, entre ellas las personas que ya tienen una visa vigente y están dentro del territorio estadounidense, a la vez que para los ciudadanos de estos países que tengan una residencia permanente en EE.UU. (también llamada ‘green card’) o doble nacionalidad.
Además, están excluidas las personas con visas diplomáticas, los atletas, entrenadores y miembros de equipos deportivos que viajen a importantes eventos como los Juegos Olímpicos o el Mundial, y las personas de Afganistán con una visa especial.
Aunque el decreto prohíbe la entrada de cubanos y venezolanos que tengan visas de turismo (B-2), negocios (B-1), estudios (F, M) o de intercambio cultural o académico (J); ordena a las embajadas y consulados de EE.UU. a «reducir la vigencia» de cualquier otra visa de no inmigrante para los ciudadanos de estos países, «en la medida que lo permita la ley».
Trump argumentó tras el anuncio que la medida es necesaria para proteger la «seguridad nacional» del país y recuerda una medida que tomó en su primer mandato, cuando prohibió la entrada de personas de siete países de mayoría musulmana.EFE