El ministro de Asuntos Exteriores de Trinidad y Tobago, Sean Sobers, y el embajador venezolano, Álvaro Sánchez Cordero, sostuvieron el lunes 9 de junio una reunión en la que acordaron mantener «abiertos» los canales de diálogo entre ambas naciones.
Durante la reunión, celebrada en la sede de la Cancillería en Puerto España, las partes reconocieron la importancia de la relación bilateral, fundamentada en los fuertes lazos históricos y culturales que comparten como países vecinos.
«Ambas partes también abordaron asuntos de interés mutuo, incluyendo acontecimientos recientes, en los que el ministro Sobers reiteró la solicitud de información previa del Gobierno de Trinidad y Tobago al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela», indicó el gobierno trinitense en un comunicado, aunque no especificó detalles sobre los asuntos tratados.
Como resultado del encuentro, acordaron mantener canales diplomáticos abiertos en un espíritu de diálogo constructivo, con el objetivo de garantizar que el intercambio de información sea «justo, transparente y consistente».
Tensiones
Este acercamiento se produce en medio de tensiones diplomáticas originadas por denuncias cruzadas entre ambos gobiernos.
Las relaciones entre ambos países se vieron afectadas tras declaraciones del ministro venezolano Diosdado Cabello, quien el 4 de junio anunció la captura de un «grupo terrorista» que supuestamente ingresó desde Trinidad y Tobago.
La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, negó las acusaciones y advirtió que reforzaría las medidas de seguridad fronteriza, incluyendo la posibilidad de usar «fuerza letal» contra embarcaciones no identificadas provenientes de Venezuela.
El pasado 6 de junio, Venezuela calificó como «iracunda e injustificada» la reacción de la primera ministra y aseguró tener «pruebas contundentes» de que ciudadanos de Trinidad y Tobago capturados en Venezuela habrían confesado formar parte de «planes delictivos».
La Cancillería venezolana expresó “profunda extrañeza” ante la postura de Persad-Bissessar y aseguró que varios ciudadanos de origen trinitario han sido capturados en el país y han «confesado formar parte de planes delictivos», indicó en un comunicado.
En aquel entonces, el ejecutivo venezolano señaló que «en lugar de negar los hechos, lo procedente sería la cooperación bilateral para esclarecer los sucesos». “La actitud virulenta y altisonante de la primera ministra levanta serias sospechas de complicidad con dicha incursión y compromete las buenas relaciones de cooperación entre nuestros países”.
En ese sentido, exhortó a las autoridades de Trinidad y Tobago a evitar involucrarse en “juegos geopolíticos ajenos a los intereses de nuestros pueblos” y pidió canalizar cualquier preocupación por las vías diplomáticas.