El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció que enviará la Guardia Nacional en distintos puntos del estado, en respuesta a una ola de protestas contra las recientes redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y en previsión de nuevas manifestaciones previstas en San Antonio.
“Las protestas pacíficas son legales. Dañar a personas o bienes es ilegal y conllevará arrestos. La Guardia de Texas usará todas las herramientas necesarias para mantener el orden”, escribió Abbott en su cuenta de X (antes Twitter), la noche del martes.
La medida se produce tras varios días de protestas en ciudades como Los Ángeles, donde se declaró un toque de queda el martes luego de disturbios derivados de las redadas.
El lunes por la noche, unas 500 personas se congregaron frente al Capitolio estatal en Austin. La protesta fue dispersada por fuerzas de seguridad con gas pimienta y granadas aturdidoras.
Detenciones
Según un comunicado del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés), al menos cuatro personas fueron arrestadas el lunes por la noche durante una protesta frente al complejo del Capitolio estatal.
El DPS detalló que los manifestantes participaron en una protesta que había sido previamente anunciada y organizada en el recinto del Capitolio. Aunque no se detallaron aspectos operativos específicos, la institución aseguró que trabaja de forma coordinada con agencias locales, estatales y federales para garantizar la seguridad ciudadana y la protección de la propiedad pública, al tiempo que se respetan los derechos constitucionales de libertad de expresión y reunión.
Entre los cargos imputados a los detenidos se encuentran delitos graves como vandalismo criminal y resistencia a la autoridad.
“El estado de Texas se rige por la ley y el orden”, subrayó el DPS en su declaración. La institución también informó que continuará monitoreando futuros eventos similares para asegurar el bienestar de la población y la protección de los bienes públicos en todo el estado.
Mientras tanto, en California, la decisión del presidente Trump de federalizar la Guardia Nacional para intervenir en Los Ángeles sin el consentimiento del gobernador Gavin Newsom ha generado tensiones. El fiscal general de California presentó el martes una demanda contra la medida, calificándola como una extralimitación del poder presidencial.
Desde la Casa Blanca, Trump defendió las redadas y la respuesta de fuerza. “Esto es solo el comienzo. Si protestan en otras partes del país, se enfrentarán a una respuesta igual o más contundente. Hicimos un gran trabajo. Detuvimos un desastre”, declaró, calificando a los manifestantes como “personas peligrosas” que “cedieron ante la fuerza”.