El representante permanente de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Alexander Yánez Deleuze, denunció este viernes ante el Consejo de Derechos Humanos lo que calificó como una “politización” del organismo y un “doble rasero” en el tratamiento de las denuncias internacionales.
Durante su intervención en respuesta al informe presentado por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, sobre Venezuela, Yánez rechazó el mandato que permitió la elaboración del informe y lo atribuyó a una «resolución promovida por Estados Unidos y sus aliados para ejercer presión y cambiar el sistema político venezolano».
“El informe no responde a principios de justicia, sino a intereses geopolíticos. No menciona las violencias desatadas por sectores de la extrema derecha, ni reconoce los avances del Estado venezolano en materia de derechos humanos”, aseguró.
Yánez advirtió que la actuación del Consejo pone en evidencia “la selectividad y parcialidad con la que se abordan las situaciones de derechos humanos”, y cuestionó el silencio del organismo ante otras crisis graves. “Miles de migrantes africanos mueren en el Mediterráneo, y las violaciones en Gaza o en Estados Unidos no reciben la misma atención”, señaló.
El diplomático venezolano también denunció la situación de 253 migrantes venezolanos que, según indicó, permanecen detenidos arbitrariamente en El Salvador, tras haber sido deportados desde Estados Unidos. “Han estado privados de libertad durante 105 días, sin acceso a defensa, sin contacto con sus familias y sin garantías procesales. Ni El Salvador ni Estados Unidos han informado sobre su paradero”, expresó Yánez.
El funcionario mostró preocupación por lo que consideró una respuesta tardía del Alto Comisionado ante estos hechos. “Tuvieron que pasar 56 días para que su oficina emitiera una postura. Ese contraste con la celeridad con la que se condena al Estado venezolano demuestra el sesgo y la parcialidad”, agregó.
Además, denunció tratos crueles e inhumanos hacia migrantes venezolanos y acusó a Estados Unidos de aplicar una “ley anacrónica” sobre extranjería para justificar detenciones y deportaciones sin el debido proceso.
Yánez también se refirió al trato que reciben los migrantes africanos en Europa y criticó lo que considera una “indiferencia” del Consejo ante el genocidio en Gaza o las condiciones de migrantes en el Mediterráneo. “El silencio no puede ser una opción. Este Consejo corre el riesgo de perder toda credibilidad”, concluyó.
Finalmente, llamó al Consejo a recordar su deber de actuar con neutralidad e imparcialidad y a rechazar el uso político de los derechos humanos como “arma de intervención”.